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El «Land» del Sarre da la victoria a la CDU de Merkel y defenestra a su socio
La Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller alemana, Angela Merkel, ha revalidado su condición de primera fuerza en las elecciones del "Land"del Sarre, que han asestado un duro golpe a sus socios de coalición, el Partido Liberal (FDP), relegado a la categoría de formación marginal.
El año electoral alemán se ha abierto así, en el "Land"del Sarre, fronterizo con Francia, con la victoria para la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Angela Merkel y un mazazo mortal para sus socios liberales, mientras que los Piratas consolidaron su proceso de emergencia como alternativa a los partidos establecidos.
La CDU se defendió como primera fuerza con un 34,5 % -idéntico porcentaje en ese "Land"al de 2009-, pero el Partido Liberal (FDP) se estrelló con un 1,2 % -frente al 9 % de entonces-, según las proyecciones de la televisión pública ZDF a las 17.30 GMT.
El Partido Socialdemócrata (SPD) quedó en segundo lugar, con un 31 % -una caída de tres puntos-, lo que prácticamente les condena a convertirse en comparsas en una gran coalición como gobierno del "Land", bajo dominio de la CDU.
El reverso de la moneda al hundimiento del FDP fue el 7,7 % obtenido por Los Piratas, partido de nuevo cuño defensor de la libertad en internet y aglutinante del voto joven.
La Izquierda de Oskar Lafontaine, jefe del gobierno del Land durante más de una década, se defendió como tercera fuerza y obtuvo un 16,2 %, una notable caída de votos respecto al 21,3 % de 2009. Los Verdes quedaron en la cuerda floja del 5 %, mínimo necesario para obtener escaños, frente al 5,9 % de 2009.
Las elecciones en el Sarre eran las primeras del año en Alemania, a las que seguirán el 6 de mayo las regionales de Schleswig-Hosltein, fronterizo con Dinamarca, y una semana después las de la populosa Renania del Norte-Wetsfalia, en el oeste.
Los comicios se celebraban por anticipado -por ruptura de la coalición entre la CDU, el FDP y Verdes-, como asimismo lo serán los renanos, cuestión que ha alterado un año que se preveía electoralmente tranquilo para las filas de Merkel.
Al golpe asestado hoy a sus socios liberales se espera que sigan otros parecidos, lo que significará que quedarán fuera de ocho del total de 16 estados federados, en una especie de via crucis que culminará en las generales de 2013, donde se les pronostica el adiós al Bundestag (Parlamento federal).
En Berlín se da por hecho que Merkel tratará de aguantar lo que resta de legislatura con sus agónicos socios, por mucho que socialdemócratas, verdes y de La Izquierda, así como de los recién llegados Piratas, presionen para un adelanto de las elecciones.
El desplome de los liberales discurre en paralelo a la efervescencia de los Piratas, a los que el resto de formaciones ven aún como intrusos en el reparto tradicional parlamentario.
Ambas formaciones, FDP y Piratas, son de cuño y trayectoria divergente y no puede hablarse, a juicio de los expertos, de trasvase directo de electorado.
El FDP es un partido arraigado en las estructuras de poder alemán -ha integrado 17 de los 22 gobiernos federales-, identificada con los intereses de la industria y los llamados "sueldos altos".
Los Piratas es un partido sin perfil ideológico definido, que logró sus primeros escaños en un "Land"alemán el pasado septiembre, al saltar de la nada al 8,9 % en la ciudad-estado y capital, Berlín.
Los sondeos les pronostican porcentajes similares a los obtenidos hoy en los dos siguientes comicios regionales y hasta un 7 % en las generales previstas para 2013.
Las pérdidas sufridas por los Verdes fueron un mal menor, del que los ecopacifistas esperan resarcirse en las próximas regionales.
La Izquierda, en cambio, está de capa caída y debió este domingo su buen porcentaje a la garra de Lafontaine, el que sigue apodando el "Napoleón del Sarre"por la etapa en que fue jefe del gobierno del "Land", entre 1985 y 1998, entonces como líder socialdemócrata.
Su fuerte personalidad es un imán para el electorado, pero también el obstáculo para que no pueda convertirse en compañero de coalición del SPD, como alternativa a una gran coalición.
El SPD sigue sin perdonarle el doble abandono en 1998, como líder del partido y ministro de Finanzas, pocos meses después de la formación del primer gobierno socialdemócrata-verde, bajo Gerhard Schröder, entre acusaciones de traición a los valores del partido.
Lafontaine volvía a la palestra en estos comicios, tras haber superado un cáncer y convertido en pareja sentimental de Sarah Wagenknecht, representante del ala comunista de la Izquierda.
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