Uruguay-Holanda: La guerra del «10»

El «10» es mucho más que un número cuando va estampado en la camiseta de una selección de fútbol. El «10» es Pelé, Maradona, Eusebio, Baggio, Gullit o Francescoli. Es el número de los mitos, el de la responsabilidad que sentirán hoy Forlán y Sneijder en la primera semifinal del Mundial. A ellos más que a nadie se encomiendan Uruguay y Holanda, los líderes de dos equipos que aspiran a volver donde lo hicieron sus antepasados.Uruguay no llegaba a semifinales desde 1970. Las emociones se amontonan en el cuerpo de Diego Forlán, que va contando en su Twitter cómo está viviendo el campeonato. Cuelga vídeos de los recibimientos que les hacen los aficionados. «Volveremos, volveremos como la primera vez», cantaban en el último jugadores e hinchas, en alusión a que Uruguay fue campeón de la primera Copa del Mundo. También refleja en internet las barbacoas con las que celebran los triunfos. El equipo celeste está en el cielo, aunque el sufrimiento ha sido extremo. El guardameta Castillo no pudo contenerse en la tanda de penaltis del partido de cuartos contra Ghana y se desmayó. «Nunca había vivido algo así», reconoció Forlán. Él, cómo no, había marcado el gol del empate a uno. Entre Diego y Luis Suárez se han repartido seis de los siete goles de su selección, tres cada uno. Pero contra Holanda el delantero del Atlético estará huérfano. Luis Suárez, un goleador al que le costaba hacer tantos con su selección, se ha desatado en Suráfrica, aunque el motivo por el que se ha convertido en un héroe nacional no sea un gol anotado, sino una parada. El mundo al revés. Evitó el tanto de Ghana y le expulsaron por ello. Los africanos fallaron la pena máxima y después perdieron.El padre de Forlán, Pablo, ya se enfrentó a Holanda en el Mundial de 1974. Fue derrotado por 2-0 por la mítica «naranja mecánica» que lideraba Johan Cruyff. Los mismos pasos está siguiendo Wesley Sneijder con la actual «oranje», aunque con un fútbol menos brillante. El centrocampista del Inter quiere llegar donde no pudo hacerlo aquel equipo de ensueño, finalista en 1974 y 1978, pero nunca campeón. Sneijder mejor que nadie representa el «fútbol total» que pusieron de moda Cruyff, Neeskens y compañía. Se mueve por todas las partes del campo, tiene calidad, visión de juego (ha dado dos pases de gol) y es capaz de marcar. Lleva cuatro tantos después de que la FIFA le diera el conseguido por Felipe Melo en propia puerta en el duelo de cuartos contra Brasil. El otro que anotó ante la «canarinha» fue con la cabeza, el primero que logra en su carrera con esa parte el cuerpo, como él mismo reconoció. «Héroe» o «Rey», lo llamaron los periódicos holandeses al día siguiente. Ese día empezaron a creer que ganar el Mundial era posible.Todo le ha salido bien al jugador del Inter esta temporada. Abandonó el Real Madrid el pasado verano y a partir de ahí todo han sido buenas noticias. Primero conquistó el «triplete» con el Inter de Milán y ahora está haciendo historia con su selección. «El mejor jugador del Mundial no será Messi ni Cristiano Ronaldo, será Sneijder», había avisado Gullit antes del Mundial. No va por mal camino. Entre los candidatos a ganar el Balón de Oro es el principal.

URUGUAYLa gran oportunidad de CavaniLa mayor preocupación del seleccionador uruguayo, Óscar Washington Tabárez, es la baja de Luis Suárez. Sin él pierde a la mitad de los goles que ha logrado en Suráfrica. Cavani será el encargado de ocupar su lugar. El delantero del Palermo ha participado en cuatro partidos, pero ha visto retrasada su posición por la presencia de Forlán y Luis Suárez. Ahora jugará donde le gusta, una oportunidad para estrenarse como goleador. «Yo creo que el mejor aporte lo puedo hacer arriba. Estoy preparado para hacer todo, pero tengo el oficio de estar arriba», ha reconocido. Tabárez se enfadó ayer con la Prensa. «Son como espías o corresponsales de guerra», dijo tras el entrenamiento a puerta cerrada. Y se negó a dar el equipo titular. «Iba a hacerlo», aseguró.

HOLANDAInspirada por el enemigoUruguay tiene algo que a Van Marwijk le encanta: la pasión. «En uno de nuestros partidos de la fase de grupos utilicé a Uruguay como ejemplo. Ellos juegan con mucha pasión», reconoce el seleccionador «tulipán», que presume de defensa. Ha recibido críticas por no jugar tan alegre como otras holandas. «Somos idealistas realistas», dice en su favor. Holanda juega al ataque, pero sin descuidar la retaguardia, y para eso están Van Bommel y De Jong en el medio. El jugador del Bayern, que está casado con la hija del entrenador, se quedará sin su «pareja» futbolística. De Jong está sancionado y su sustituto será De Zeeuw. También podría ser Van der Vaart, pero eso rompería el equilibrio ataque-defensa. Van Marwijk también se agarra a los 24 partidos consecutivos sin perder.