España
Grave erosión de la familia
Una de las contradicciones más corrosivas que padece la sociedad española es que siendo la familia la institución más valorada por los ciudadanos, sin embargo es prácticamente ignorada por los poderes públicos y, peor aún, es sañudamente combatida por determinadas ideologías que en los últimos años han inspirado la promulgación de varias leyes. Está sobradamente demostrado que sin el soporte de la familia, la situación de buena parte de los parados sería inviable. La cohesión familiar es una seña de identidad de nuestra cultura y, a diferencia de lo que sucede en otras latitudes europeas, supone una garantía de estabilidad social de incalculable valor, sobre todo en épocas de tribulación. Sin embargo, España está a la cola de los países occidentales en ayudas y protección a la familia, como tantas veces hemos denunciado desde nuestro periódico. Con ser ésta una grave anomalía, no es la más dañina para la institución. Lo que de verdad está debilitando a la familia es la llamada ideología de género, cuya influencia política ha ido en aumento de la mano de la izquierda, hasta inspirar el cambio legislativo que se ha producido en España desde 2005, con leyes como las relativas al matrimonio homosexual, el divorcio exprés y el aborto libre. Aunque las urgencias se centren hoy en la cuestión económica, como es natural, la devaluación de la familia es también una grave quiebra social que, de no ponerle freno, traerá consecuencias muy dañinas. De hecho, si al deterioro económico de los hogares españoles, cada vez más endeudados, se suma su derrumbe moral, el futuro será muy incierto. Así lo entiende la Conferencia Episcopal, que ayer presentó un amplio documento pastoral sobre el amor conyugal, la ideología de género y la legislación familiar. Para los obispos, el matrimonio es un bien de primer orden cuya banalización no es inocua para la salud de la sociedad. De ahí la necesidad de romper con los clichés que lo presentan como un estorbo para el desarrollo de la persona y del conjunto social. Clichés alimentados por la ideología de género, que basa la libertad del individuo en su opción sexual; así se justifica el aborto, que se eleva nada menos que a la categoría de derecho. Además, como denuncia el Episcopado, es la que ha llevado a que el matrimonio, en cuanto unión de un hombre y una mujer, haya desaparecido del Código Civil y que los españoels hayamos perdido el derecho de ser considerados y protegidos específicamente por la ley como «esposo» o como «esposa». La denuncia retrata una realidad preocupante que obedece a una corriente de pensamiento fuertemente lesivo para la cohesión y fortaleza de la sociedad. En la misma medida en que se debilitan el matrimonio y la familia, se está hipotecando el futuro. He aquí una llamada a la rectificación que no debería caer en saco roto.
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