Castilla y León

La economía regional olvida los números rojos y vuelve a crecer

La consejera Pilar del Olmo apuesta por el mayor dinamismo exterior para dejar atrás la «crisis más severa».

La consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, junto a la directora general de Estadística, Paz Rodríguez
La consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, junto a la directora general de Estadística, Paz Rodríguezlarazon

Valladolid- Tercer trimestre consecutivo que el Producto Interior Bruto cierra en positivo en Castilla y León y posibilita que el año 2010 concluya con un incremento leve del 0,1 por ciento frente al descenso del -3 por ciento durante el pasado año. Unos datos positivos frente a lo que está ocurriendo en la economía nacional que retrocede una décima, aunque bastante lejos de los datos de la zona euro, con un 1,7 por ciento de aumento o de países como Alemania, donde el PIB alcanza un incremento de más del tres por ciento.

La consejera de Hacienda, Pilar del Olmo se mostraba «moderadamente optimista» ante estos resultados que van a «permitir un crecimiento débil y lento y que «va a permitir que no haya una mayor destrucción de empleo», gracias en mayor medida, al empuje del comercio en el exterior, que superará en 2010 la cifra récord de 10.000 millones de ventas en el extranjero. Del Olmo señaló que las estimaciones de la Junta pasan por generar 3.000 puestos de trabajo, lejos aún de los más de 19.000 que se han perdido este año en la Comunidad.


La construcción cae
Durante el año pasado tres de los cuatro sectores registraron crecimientos positivos, con especial subida del sector primario, con un 4,1 por ciento más, debido en mayor medida al mejor comportamiento de la producción ganadera. La industria también registraba un crecimiento del 1,7 por ciento al igual que el sector servicios con un incremento del 0,1 por ciento. En el otro lado de la balanza se sitúa el sector de la construcción que continuó mostrando un descenso del -6,6%, aunque menor que el experimentado en 2009, debido a que la edificación residencial suaviza su comportamiento contractivo mientras que la edificación no residencial y la obra civil intensifican su retroceso.

A pesar de este crecimiento «moderadamente optimista», Del Olmo mostraba su preocupación por el alza en los últimos meses de la inflación, provocada por las medidas impositivas del Gobierno, como la subida de la luz o del gas y, sobre todo, por el encarecimiento de los precios del petróleo. En este sentido, lamentaba que desde el Gobierno no se haya planteado aún «la reforma del mercado energético», con el fin de impulsar la competitividad económica y advirtió que la recuperación de los países del entorno -donde el IPC está más contenido y están saliendo de la crisis- podría acabar produciendo una subida de los tipos de interés por parte del Banco de España. «Sigue habiendo desajustes en la economía española y hay que corregirlos cuanto antes», concluyó.