Zoido aboga por una red de metro «más cara» pero eficaz a largo plazo

Con el velado objetivo de responder a las negativas valoraciones anticipadas por la Consejería de Obras Públicas sobre las propuestas de su partido, el portavoz municipal y candidato del Partido Popular, Juan Ignacio Zoido, se rodeó ayer de los profesionales que han colaborado desinteresadamente en la redacción de sus alegaciones a la red completa de metro dentro de los límites del casco urbano hispalense. Según sus cálculos, las prolongaciones y modificaciones de trazados planteadas elevan en 1.586.663.640 euros el presupuesto global previsto en los anteproyectos de las líneas 2, 3 y 4, pero defiende que se trata de un sobrecoste perfectamente justificable en el diseño del «mejor suburbano» que debe garantizar el servicio «para un siglo».

Zoido admitió así que las alegaciones populares inciden en un modelo de metro «más caro», pero recalcó que los ciudadanos «estamos cansados de que Sevilla se diseñe a corto plazo» y opinó que «hay que ser ambiciosos» apostando por un suburbano «eficaz y moderno» de cara al futuro, aunque la situación económica dentro y fuera de las administraciones públicas no sea boyante.

El dirigente del PP mostró su rotunda oposición a abordar un proyecto tan importante desde una perspectiva «de crisis», más cuando tampoco confía en que las obras de los primeros tramos de las nuevas líneas comiencen antes de 2012. De paso, aprovechó para arremeter contra el Gobierno local y la Junta de Andalucía por la escasa «confianza empresarial» que genera la gestión socialista, perjudicando a las grandes actuaciones cuya construcción, como en el caso del metro, se gestiona mediante concesiones administrativas.

Más concretamente, el sobrecoste defendido por el PP se reparte entre 703 millones más para la Línea 2 respecto a las estimaciones de Obras Públicas, 652 millones por encima de los calculado para el tercer trazado y 157 millones superando las previsiones de la ruta circular. Para Zoido, estas cifras se pueden alcanzar con voluntad política y, como prueba, se remitió a los 100 kilómetros de metro con 99 estaciones habilitadas en Madrid durante los últimos cuatro años.

Desde su perspectiva, la propuesta popular para las líneas 2, 3 y 4 también resulta adecuada porque contempla diez estaciones más –incluyendo una Plaza Nueva irrenunciable en la segunda ruta– y amplía el servicio a las «áreas más retiradas» y a los «nuevos desarrollos urbanísticos», más cuando los anteproyectos dejaban sin servicio a 152.000 sevillanos y a otros 68.000 futuros vecinos. Celebró Zoido que, al menos, la Junta reduzca esta cifra de «damnificados» aceptando ampliar el trazado a San Jerónimo, Bellavista y Dos Hermanas.
Más ventajas

Además de insistir en la necesidad de que el metro sea subterráneo en su totalidad, defendió esta misma medida para los dos ramales técnicos contemplados en sus alegaciones para encarrilar los trenes de las líneas 2, 3 y 4 hacia una sola cochera en Torreblanca.

Como ventajas, Zoido indicó que la supresión de dos cocheras implica un ahorro de 22 millones de euros y de modificaciones urbanísticas para «invadir» los parques del Higuerón y el Alamillo.