Joaquín Leguina: «No se puede ser socialista y nacionalista»

– «El duelo y la revancha». Carga en su libro contra el sectarismo. ¿Ya no es sectario?
–Abandoné el sectarismo hace tiempo. Y es una obligación cívica denunciarlo.

–¿Militar en un partido no supone cierto sectarismo forzoso?
–Quizá la militancia obliga a callar cuando tienes un cargo, pero cuando no lo tienes, no hay por qué callar.

–Diríase que usted, ahora, no parece militar mucho en el PSOE...
–Sigo en el PSOE, pero estoy en un socialismo no sectario.

–Dirán que escribe movido por la venganza de los desplazados...
–Que digan misa. No es cierto, no soy revanchista. La venganza, dicen, es un plato que se sirve frío, pero resulta indigesto.

–Afirma que arremete contra las banderas del nuevo socialismo de Zapatero..
–Arremeto contra algunos tics de ese nuevo socialismo.

–Parece que ya no es políticamente correcto...
–Nunca lo he sido. Alejarse de la corrección política es alejarse del dogma.

–Arremete contra la Ley de Memoria Histórica...
–Es una ley innecesaria.

–Arremete contra el feminismo radical. ¿Zapatero es víctima de ese feminismo?
–Se ha entregado a ese pensamiento para mal.

–¿Cree que algunas ministras no debieron serlo nunca?
–Pienso que algunas no debieron serlo. Zapatero y la buena selección del personal son términos contradictorios.

–Arremete contra la llamada «España plural»...
–Es insostenible políticamente. Lo de la nación de naciones no puede funcionar, no puede ser.

–Dice Bono que «lo progresista hoy es la unidad de España».
–Hoy y siempre.

–¿Se puede ser socialista y nacionalista?
–No. Ese es el mayor error del PSOE en estos tiempos.

–Para usted, ¿qué es hoy ser de izquierdas?
–Estar con los de abajo y no tanto con los de arriba.

–¿Sabe por qué la sociedad ha dejado de amar a sus políticos?
–Yo diría que ha dejado de apreciar a sus políticos. Y lo ha hecho por la insinceridad, los clichés, las batallas inútiles y la falta de sustancia de sus políticos.

–Sí que parecen causas serias de divorcio...