Nueva York
Strauss-Khan flirteó con otras dos empleadas del hotel
El exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn flirteó con otras dos empleadas del hotel de lujo en Nueva York en el que supuestamente agredió sexualmente a una mujer guineana de 32 años, informó hoy la cadena de televisión CNN.
Strauss-Kahn, según reveló hoy ese medio citando fuentes de la investigación policial, pidió a la recepcionista que lo acompañó hasta su habitación el 13 de mayo, al registrarse en el hotel, que tomara una copa de champán con él, pero ella lo rechazó.
Posteriormente, preguntó a otra recepcionista del lujoso y céntrico hotel en el que supuestamente ocurrió la agresión el 14 de mayo si quería tomar una copa con él en su habitación al termino de su trabajo, lo que la segunda empleada declinó igualmente, según el mismo medio.
DSK, como es llamado por la prensa, está acusado formalmente de siete cargos por abuso sexual e intento de violación, contra una empleada de la limpieza del mismo hotel, y son unos delitos por los que si es declarado culpable tendrá que enfrentarse a penas de 3 a 25 años por cada uno de ellos según su gravedad, y por los que tendrá una próxima vista judicial el 6 de junio.
Una de las empleadas, según las fuentes anónimas citadas por esa cadena de televisión, describió a las autoridades la actitud de DSK como "de coqueteo". Strauss-Kahn fue detenido al día siguiente en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York cuando estaba a bordo de un avión que iba a despegar con destino a París.
Entre las revelaciones surgidas desde su detención, la prensa francesa señaló que poco antes de que ocurriera piropeó en voz alta y groseramente a una de las azafatas del vuelo, además de que se ha sabido que otra periodista francesa se vio involucrada hace años en un intento de agresión sexual cuando fue a entrevistarlo.
El político y economista socialista francés, de 62 años, casado con la periodista Anne Sinclair y padre de cuatro hijas de anteriores matrimonios, salió el pasado viernes de la cárcel de Rikers Island en libertad bajo fianza, tras el pago de un millón de dólares y de haber depositado un aval garantizado por otros cinco.
El juez Michael Obus impuso a DSK unas duras condiciones para su fianza, como el portar una pulsera electrónica y estar vigilado las 24 horas del día por un guardia armado como mínimo y también a través de un sistema de vídeo, que tienen un coste estimado en unos 200.000 dólares mensuales, de los que él debe hacerse cargo.
Las dificultades que su esposa tuvo para alquilar un apartamento el pasado viernes llevó al juez a autorizar su salida a una residencia temporal, propiedad de la empresa de seguridad neoyorquina Stroz Friedberg que lo custodia.
Esa firma está obligada a informar a la fiscalía de Nueva York y con seis horas de antelación si DSK necesita realizar alguna salida de ese arresto domiciliario, que únicamente se contemplan en el caso de que sea para acudir al tribunal, entrevistarse con su abogado y asistir a citas médicas u oficios religiosos semanales.
También se ha sabido que en ese mismo edificio en el que está bajo arresto domiciliario, hay varias personas en su misma situación, entre ellas un pirata informático que durante el fin de semana declaró a la prensa que lo conoció en un pasillo y que le "presentó a algunos vecinos".
Por su parte, su mediático abogado, Benjamin Brafman, en una entrevista con el diario israelí Haaretz que hoy cita la prensa estadounidense señaló que DSK se va a declarar "no culpable, y al final será absuelto".
El diario The New York Post cita hoy unas declaraciones del ministro francés de Interior, Claude Guéant, en las que se refiere a la posibilidad de que si en el proceso judicial que se seguirá en Estados Unidos en contra de DSK es declarado culpable, Francia podría solicitar que cumpla la condena en una de sus cárceles.
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