Comunidad de Madrid

Mata a su jefe a martillazos

Los vecinos de Navacerrada no podían creer lo que había sucedido tan sólo un rato después de haber visto al guarda de la finca «Las Cerquillas». «Me lo crucé hoy mismo a las 12 de la mañana. Íbamos los dos en coche y nos saludamos tocando el claxon».

Los hechos ocurrieron en el interior de la finca «Las Cerquillas», en Navacerrada
Los hechos ocurrieron en el interior de la finca «Las Cerquillas», en Navacerradalarazon

Nada les hacía pensar que media hora más tarde mataría a su jefe y propietario de la finca, un hombre viudo de 89 años. Por motivos que se desconocen, aunque todo apunta a un conflicto laboral entre ellos, el agresor, un hombre, español y de 67 años, propinó varios golpes con un martillo al anciano que le provocaron la muerte. Tras los hechos fue él mismo quien se personó en el puesto de la Guardia Civil del municipio de Becerril de la Sierra para entregarse y declararse culpable, por lo que fue detenido para pasar a disposición judicial en los Juzgados de Colmenar Viejo.

Los agentes dieron la voz de alarma a Emergencias de la Comunidad de Madrid, pero cuando llegaron al domicilio, los facultativos del Summa sólo pudieron confirmar el fallecimiento del octogenario, que presentaba fuertes contusiones en la cabeza y en el cuerpo. Acto seguido, la Policía Judicial realizó el levantamiento del cadáver al que se realizará la autopsia para determinar las causas concretas de la muerte. Según fuentes de la Policía Local de Navacerrada, la hija del presunto asesino se desplazó hasta «Las Cerquillas» nada más conocer lo sucedido, pero dado su estado de nervios fue trasladada hasta el centro de la Policía Local de Collado Mediano para que avisara al resto de sus familiares.

El agresor llevaba diez años trabajando como vigilante en esta finca situada en el Camino del Río, entre la M-607 y el antiguo hospital de Santo Ángel. Allí vivía junto a su mujer -que no se encontraba en el lugar en el momento de los hechos- en una casa construida dentro de la misma parcela, pero alejada de la vivienda del fallecido. Los vecinos de Navacerrada aseguran que el guarda de la finca «era buena persona», que se adaptó bien a la vida del pueblo desde el primer día y que nunca dio un motivo para sospechar de él. «Era detallista y generoso, siempre invitaba a los que estaban a su alrededor», asegura el empleado de un bar. Las buenas palabras que tienen todos hacia el presunto asesino contrastan con la mala opinión generalizada sobre el anciano fallecido.

La mayoría piensa que el motivo de la agresión fue el dinero: «No me extrañaría nada que el propietario le debiera más de un sueldo, aunque eso no justifica un asesinato», explica uno de ellos. La última vez que lo vieron fue este pasado domingo, en la misa del Corpus. «Llamaba la atención porque, como siempre, iba vestido como un pordiosero». Y es que, al parecer, el dueño de la finca disponía de una pequeña fortuna «pero era un tacaño». Además coinciden en que «era un prepotente que no tenía relación con nadie de Navacerrada», que siempre iba solo y que era un «tipo muy raro».

22 homicidios
se han registrado en la Comunidad de Madrid desde que comenzó el año. El penúltimo tuvo lugar el pasado sábado 18 de junio en la localidad de Torrejón de Ardoz, cuando una mujer de 38 años asfixió a su hijo de cuatro con una almohada y luego intentó suicidarse haciéndose diversos cortes en el cuello y en las muñecas.