Madrid y Barça mejor todavía

«En Italia, el Inter, la Roma, el Milan o el Lazio pierden puntos y no pasa nada. Aquí si fallas en un partido, estás en problemas», explica Mourinho. El portugués ha tardado muy poco en darse cuenta de que la Liga se ha convertido en sus últimos dos capítulos en una carrera al esprint. Un maratón en el que no hay lugar para el descanso, y el campeón necesita pulverizar todos los récords para serlo.
El curso pasado, el Real Madrid respondió al dominio del Barça hasta el último partido. Los de Pellegrini acumularon rachas históricas de partidos ganados en busca de un error del enemigo que no llegó. Los enfrentamientos directos fueron decisivos.

La presión de los blancos obligó al Barcelona a exigirse el máximo y a alcanzar los 99 puntos (31 victorias, 6 empates y 1 derrota). Ningún equipo en la historia había acumulado tanta riqueza. El Real Madrid se quedó con las ganas, consciente de que las matemáticas le habrían dado el título en cualquiera de las ediciones anteriores (96 puntos, 31 victorias, 3 empates y 4 derrotas). En el intento de alcanzar el título, los madridistas rozaron el récord de goles del campeonato, aunque se quedaron a cinco de los 107 del Madrid de Toshack.

Todos los análisis coincidían en que los del curso pasado eran datos excepcionales. Este año, con las primeras 11 jornadas ya disputadas, las estadísticas de los dos grandes son todavía mejores y parece que sí serán capaces de llevar sus registros más lejos.

El proyecto de Mourinho suma un punto y un gol más que el de Pellegrini a estas alturas. Los tres tantos menos encajados explican que el portugués se mantenga sin perder. El Madrid 2009-10 ya había caído en Sevilla y Casillas vivía más intranquilo.

El Barcelona acumula un triunfo más, aunque ya ha perdido los mismos partidos que en todo el curso previo (1). A pesar de su mal comienzo en casa (derrota contra el Hércules y empate ante el Mallorca), están por encima en casi todo, excepto en la puntería. Han celebrado cuatro tantos menos, algo poco preocupante si se tiene en cuenta el momento de forma del que disfruta Messi.
Madrid y Barça son dos trenes que van a una velocidad imposible para el resto y que el día 29 chocarán por primera vez.