Valencia

Invencible: el PP revalida su mayoría

La campaña, centrada en las medidas para reducir el gasto de la Administración, entierra la «Gürtel»

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VALENCIA- Las encuestas dan un éxito abrumador a los populares en la Comunidad Valenciana. El sondeo del CIS no deja lugar a la interpretación. El PP de Francisco Camps conseguirá subir de 54 a 60 escaños, el PSPV- PSOE pierde cinco y se queda con 38, y EU, que en estas elecciones no concurre con la coalición de partidos de izquierda, baja un escaño con respecto a las elecciones de 2007 y conseguirá seis en solitario.
Así, lo esperado es que Camps sea de nuevo el presidente de la Generalitat y, además, con una amplia mayoría. Y ya irán tres legislaturas. Con estos datos es obvio que ni el caso de los trajes, ni la «trama Gürtel» han pasado factura a los populares. El PP no sólo se mantiene, sino que consigue nuevos votos que le permitirán gobernar, tal y como insiste el presidente Camps en cada acto, junto a Mariano Rajoy en 2012.
De hecho, esta campaña electoral queda marcada más que por la diferencia de los programas electorales de ambos partidos, por el empeño que han puesto unos –los populares– en realizar un enfoque nacional, y otros –los socialistas–por centrarla estrictamente en el ámbito autonómico. Han optado por insistir en la rama valenciana de «Gürtel» con el único objetivo de alejar el fantasma de la gestión de la crisis de Zapatero. En este panorama, el resto de partidos con representación en el Parlamento autonómico, EU y Compromís se han puesto «la etiqueta de PP y PSOE son iguales» para conseguir el voto de los descontentos y aumentar su peso.
Aun satisfechos con las encuestas, los populares no quieren hablar de triunfos. Prefieren no fiarse de la teoría del caballo ganador y no bajan la guardia.
Los socialistas, por su parte, siguen en la batalla. La llegada del AVE a Valencia no les ha dado la popularidad esperada, puesto que esta infraestructura ha quedado interiorizada por los valencianos como una reivindicación «histórica» más que como logro del Gobierno socialista. Su candidato a la presidencia de la Generalitat, Jorge Alarte, insiste en que la única encuesta válida es la del próximo 22 de mayo. Pide el voto en nombre de la «dignidad», palabra que se ha convertido en el mantra de su campaña.


ECONOMÍA
¿Quién da más?

Camps habla de empleo, economía y austeridad. No quiere hablar de otra cosa, «es lo que le interesa a los ciudadanos», afirman los populares. Con «Rajoy como presidente del Gobierno, la Comunidad Valenciana será la primera en salir de la crisis». Se han comprometido a emprender nuevas acciones para luchar contra el paro, basadas en la mejora de la formación. Para ello, Camps creará una Consejería de Educación, Formación y Empleo.
Para reducir el gasto, el candidato popular ha propuesto crear una Junta de Compras y Contratación que vigilará que el gasto de las consejerías se realice de forma eficiente. También reducirá un 15 por ciento el gasto corriente.
La Comunidad Valenciana tiene una tasa de desempleo del 24,12 por ciento, dos puntos por encima de la media nacional y cerró 2010 con un déficit superior al cuatro por ciento. Para el PP, ambas circuntancias son consecuencia del Gobierno de Zapatero, que no sabe hacer políticas económicas y que margina a la Comunidad en los Presupuestos. Para el PSOE, de la gestión del actual Gobierno autonómico, que se ha dedicado a organizar grandes eventos.
Está convencido de que «Francisco Camps es el pasado» y pretende liberar dos mil millones de euros al año simplemente poniendo coto a la «gestión nefasta del entramado de fundaciones y empresas públicas». Pagará «a los proveedores para que no cierre ni una sola empresa porque la Generalitat no pague» y financiará las nuevas políticas, como un nuevo mapa escolar y el fin de los barracones en cuatro años. Además, treinta institutos de FP «especializada» y «mucha liquidez para las empresas con el fin de que generen empleo». Además, liberalizará el enorme «stock» de viviendas avalando su venta como «VPO» (Viviendas de Protección Oficial), si el promotor lo acepta.


ESTATUTO
Nueva reforma

El debate electoral de los últimos cuatro años ha quedado marcado por las incesantes acusaciones de corrupción. El dilatado proceso judicial, todavía abierto, del «caso Gürtel» ha tomado el protagonismo en Las Cortes. Los métodos utilizados por el síndico socialista Ángel Luna le llevaron a declarar como imputado por encubrimiento por negarse a desvelar quién le había filtrado un informe de la «trama Gürtel» que mostró en el Hemiciclo, sometido a secreto de sumario. Finalmente, fue absuelto.
Por lo demás, pocos acuerdos emanados de un continuo diálogo de sordos. Si acaso, la necesidad de volver a reformar el Estatuto de Autonomía (aprobado en 2006) para, tras la sentencia del Tribunal Constitucional respecto al Estatuto catalán y emulando también al andaluz, blindar las inversiones del Estado en la Comunitat Valenciana y que éstas se hagan con arreglo al peso de la población.