Neymar contra Messi

La Copa América 2011 comienza hoy su cuenta atrás hacia la final soñada, hacia el choque de los dos gigantes del continente, que todo el mundo espera que se enfrenten en el partido definitivo para conocer el nombre del campeón. Argentina y Brasil, cómo no, parten en la primera línea de las listas de favoritos, con Messi y Neymar como protagonistas estelares. Leo llega después de ganar todo con el Barcelona, quizá en el mejor momento de su carrera y con muchas cuentas pendientes que resolver con la camiseta blanca y azul. Aunque parezca mentira, su rápido traslado a Barcelona cuando era un niño y lo solo que se ha sentido en el campo en los últimos grandes compromisos con su selección han creado dudas entre sus compatriotas, que creen que juega mejor con su club y que no siente del todo el escudo. Hasta ahora, Messi sólo ha podido contestar a estas acusaciones con palabras, pero nadie tiene más ganas que él de hacer por fin un torneo redondo con su país.

Argentina juega en casa y ya son dieciocho los años que han pasado desde su último éxito continental. «Ha llegado la hora de ganar algo», dice muy serio Mascherano, el capitán, consciente del peso histórico que llevará en el brazo. El «jefecito» tiene un puesto asegurado en el centro del campo, pero es algo más que el mediocentro defensivo. Se trata de algo así como la conciencia de un grupo que necesita dar una alegría a su gente. El descenso de River Plate ha ocupado todas las portadas en los últimos días, dejando un poco de lado la Copa América, pero esto cambiará en cuanto esta noche (02:45 hora española) los albicelestes se estrenen ante Bolivia. El puñetazo de juego y goles con el que Alemania les sacó del último Mundial todavía duele, aunque desde hace un cuarto de siglo mirar atrás para los albicelestes significa frustración.

Para intentar volver al éxito, Batista ha ocupado el lugar de Maradona en el banquillo, aunque el nuevo seleccionador no convence, de momento, por mucho que trate de mostrar su modernidad anunciando la lista definitiva o sus sensaciones a través de su Twitter. El bloque argentino sigue teniendo el mismo perfil que cuando no pudo ir más allá de cuartos en la Copa del Mundo: una idea de juego no demasiado definida y tanta calidad ofensiva como dudas en las zonas más cercanas a su portero. Para acompañar a Messi, Batista tiene a su disposición más talento que ningún otro seleccionador del planeta: Tévez, Higuaín, Agüero, Di María o Lavezzi luchan por los dos puestos libres a ambos lados de la gran estrella. Un alarde de recursos que contrasta con la escasez defensiva, que obliga a seguir dando metros a Zanetti y probar con el joven Rojo en la izquierda. Tampoco hay aglomeraciones en el lugar designado para el constructor de juego, porque Riquelme ya no está y Pastore todavía no tiene la suficiente confianza. El que parte como titular es Banega, así que Messi tendrá que dar unos pasos atrás para que Argentina funcione.

Si el potencial albiceleste es suficiente para ganar el título, lo decidirán, entre otros, Brasil, que tiene un armamento de tanto calibre o mayor que el de su máximo enemigo. Neymar, Robinho y Pato aparecen en la primera línea brasileña, con Ganso por detrás, un fenomenal futbolista con un único problema: que hace mucho menos ruido que su compañero el de la cresta. Los dos llegan tras ganar la Copa Libertadores, dispuestos a hacer historia con el Santos y con Brasil. Neymar sabe que el torneo que hoy comienza es el mejor escaparate para su viaje a Europa, aunque su ilusión es no sacar el billete antes de diciembre. Quiere jugar el Mundial de Clubes y que las comparaciones con Pelé sigan rodeándole.

- Los otros. El buen Mundial de Uruguay le concede opciones de sorprender a los «grandes». Forlán llega muy descansado y Luis Suárez y el bloque son sus otros argumentos. Alexis Sánchez liderará a Chile mientras se cocina su traspaso al Barça, en una selección y un país que deben convencerse de que es posible ganar sin Bielsa en el banquillo. Colombia no ha ocupado mucho espacio en los análisis previos y no tiene a Gio Moreno, pero decir que su goleador es Falcao García, el delantero del Oporto, ya es un dato.

Víctor Coto, de Birmania, a la Copa América
Víctor Coto es un delantero costarricense de 20 años que no tiene equipo ni casi pasado, pero que ha encontrado un hueco en la convocatoria de la selección de Costa Rica. El atacante no está jugando actualmente en ningún club y su currículum deportivo no incluye mucho más que una temporada jugando al fútbol en Birmania. Ricardo Lavolpe, el actual técnico costarricense, no lo ha visto in situ, pero unos cuantos vídeos que le pasaron sus colaboradores le han bastado para decidir que Víctor Coto puede abandonar la lista del paro y se ha ganado un lugar en la Copa América.