Vecinos alertan de un encuentro masivo en la «Corrala Utopía»

SEVILLa- La actividad social no cesa en la «Corrala Utopía», aunque en su interior malviven 36 familias sin luz ni agua. El próximo evento de envergadura que se organizará en el edificio ocupado es un encuentro de vivienda, que tendrá lugar el próximo fin de semana. En el patio de los bloques de la calle Juventudes Musicales se darán cita decenas de personas procedentes de toda Andalucía y pertenecientes a diversos colectivos sociales. En principio, no se trata de un encuentro festivo, aunque los vecinos ya están dando la voz de alarma.
Según José Baena, presidente de la Coordinadora de Asociaciones Independientes de Sevilla (CAIS), los residentes «ya están hartos de que cada dos por tres se lleven a cabo actividades en el edificio», con el consiguiente ruido a causa de las concentraciones de protesta y otros actos.
Según Baena, el encuentro es algo «totalmente indecente», puesto que «todo el que se mete dentro de una vivienda con un dueño lo que está haciendo es robar». Sobre el movimiento que soporta estas acciones, considera que «está utilizando» a las familias, la mayoría parados con varios hijos e incluso jubilados. «Viven en estos pisos a costa del contribuyente y organizan constantemente actividades que molestan a los vecinos, ya que estas viviendas no están preparadas para acoger conferencias ni fiestas», remarca.
El movimiento ocupó estos cuatro bloques el pasado mes de mayo. Más de 100 días llevan las familias en su interior, sin suministro eléctrico ni agua. Recientemente, sus integrantes anunciaron nuevas «medidas de presión» ante la situación de «necesidad» de las familias.
Junto a esta denuncia, la CAIS también alerta de la situación existente en otra casa ocupada, concretamente en el barrio de San Bernardo. Según Baena, los ocupas «están allí desde hace años y organizan actividades muy diversas», con las lógicas molestias para los vecinos. Según la web del colectivo, se trata de un centro social «okupado» autogestionado «Sin nombre», definiéndose como un «espacio de encuentro y convivencia». «Es un medio para la acción político-social, la generación de alternativas contraculturales y de ocio desde la gestión y la autonomía, el desarrollo colectivo y el aprendizaje», apuntan.
Baena lamenta que estos movimientos «siempre ocupan casas que están en el centro; no se van a las Tres Mil Viviendas ni a las casitas de Torreblanca», por lo que pide a los propietarios que denuncien.