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OPINIÓN: Christma bomba

La Razón
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Con el membrete de Comisiones Obreras y su tarjeta de visita dentro del sobre, el dirigente del sindicato comunista Aniceto Muñoz ha aprovechado las Pascuas para enviar, en lugar de la preceptiva felicitación, una maldición trufada de insultos a quienes denomina «los mercaderes». Algún receptor de la misiva, que se las ha tenido tiesas con el ínclito en más de una negociación (es el secretario general para Andalucía de los sectores de comercio, hostelería y turismo), estudia querellarse por amenazas. Quizá sea lo más adecuado para que este sujeto comprenda que ciertas cosas no deben hacerse, en vista de que ni la mala educación ni la estupidez son perseguibles judicialmente. Todo ciudadano es libre de no considerarse concernido por una celebración, sea la Navidad o sea el Primero de Mayo, pero la tolerancia consiste en no interferir en los cultos o manifestaciones del prójimo. Lo que se explica con el dicho popular «tengamos la fiesta en paz». Don Aniceto se retrata con esta ridiculización gore del christma. Se le nota la pelusilla fascista del estalinismo no superado. Quede advertida la autoridad ante los piquetes que pueda organizar en próximas huelgas semejante energúmeno. Al lado, su camarada Carlos Vázquez, el concejal destrozabares, es una ursulina.