Valdemoro por qué por José Cabrera

Otra vez, y no será la última, nos despertamos con un crimen de índole machista, y esta vez como siempre nos preguntamos ¿por qué? Y no es fácil entenderlo, aunque una vez más ponemos encima de la mesa como psiquiatras las piezas del puzle: hombre de 38 años, marroquí, mujer de 56 años, española, problemas de relación no denunciados, dinámica familiar «rara», problemas laborales, ¡mucho calor¡, y al final «la discusión». La muerte a cuchilladas siempre implica visceralidad, rabia, calentón, sentimiento de poder sobre el otro, y el arrojarse por la ventana es una huida, miedo a enfrentarse a la vergüenza de una muerte tan desproporcionada, «no querer vivir así», y entonces todos nos preguntamos al unísono: ¿porqué no se suicida antes y deja en paz a la mujer?…¿Cuántas veces esta pregunta? Y ¿cuántas veces no hay respuesta? En el asesinato de la pareja hay una reminiscencia siempre de un pasado, quizás no tan lejano, en «las cavernas», cuando la mujer era una propiedad del hombre, y cuanto más fuerte el hombre más mujeres en «su posesión», y entonces hace no tanto tiempo la huida o infidelidad se pagaba con la muerte, hoy se repite esta historia de forma anacrónica, pero persistente, y no sabemos qué hacer.
Afortunadamente los casos son muy aislados, muy límites, marginados de una sociedad que casi siempre resuelve sus dudas con raciocinio, pero son casos que siguen ahí y siempre nos dejan la eterna cuestión: ¿Pudo haberse evitado?

José Cabrera
Psiquiatra forense