Francia

La renta media

La Razón
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Leire Pajín llevaba la lección bien aprendida, pero una lección un tanto tosca. Cuando Rajoy le preguntó por los 9.000.000 de españoles que están en el umbral de la pobreza no se le ocurrió otra cosa que hacer un torpe truco de magia con las estadísticas y contestarle que la renta media en España es superior a la de cuando gobernaba el PP. Rajoy le preguntaba por el drama personal del tipo de cincuenta años que se ha ido al paro sin esperanza de tener un nuevo trabajo ni una pensión de jubilación. Y Leire Pajín se puso a hacer juegos con los números. ¿De qué le sirve a ese hombre la renta media que se saca sumando lo que ganan los españoles ricos y los trabajadores con nómina si él no es ni una cosa ni la otra? ¿De qué le sirve al parado que su vecino sea un pluriempleado y gane dos sueldos? ¿Vamos a sacar también el promedio y a decir que tienen trabajo los dos? La renta media se ha impuesto como criterio socialista. González se viste de zombi mediático para dudar de si fue correcto no poner una bomba en Francia y los de su partido recuerdan «las cosas que hizo bien» para ofrecernos un balance positivo de sus gobiernos, o sea la renta moral media del felipismo. Como si fuera posible equilibrar una balanza con 27 asesinatos en uno de los platos. Patxi López también saca la renta media de su decencia democrática cuando homenajea a las víctimas y a la vez llama «bueno» al Egiguren que come con Josu Ternera. El problema con la renta media es que no hay medio parados ni medio asesinados.