Grisham falso culpable

Una nueva novela de John Grisham es siempre un acontecimiento literario. Especialista en relatos de «intriga judicial», subgénero en el que Erle Stanley Gardner consiguió la fama por sus novelas y serie televisiva protagonizada por el abogado Perry Mason, con «La confesión», Grisham aborda un tema clásico de la novela policíaca, el del falso culpable, abundantemente tratado en los años 50, tanto por Gardner como por Hitchcock en «Falso culpable» (1956), basada en un hecho real: el caso del saxofonista Balestrero. La incriminación de un sospechoso inocente se remonta al nacimiento de la novela policíaca, creada por Poe y Conan Doyle y su coetáneo Julio Verne, autor de tres innovadoras obras de este género publicadas a comienzos del siglo XX. En ellas se parte del error judicial como tema central, siendo el «Afffair Rorique» la base documental de «Un drama en Livonia» (1904) en la que aparece por vez primera el falso culpable.

Injusta condena
John Grisham utiliza en «La confesión» el drama humano del inocente condenado a la inyección letal con el propósito de denunciar la vigencia de la pena de muerte en el Estado de Texas, famoso por el número de ejecuciones. Tema que ya había tratado en «El proyecto Williamson», una dramatización de la vida del ex jugador de béisbol Ronald Keith Williamson, condenado injustamente por asesinato. Tras doce años en prisión, se demostró su inocencia cinco días antes de cumplirse la pena capital.

 «La confesión» es un vuelta sobre este caso real, en parte para novelizar la injusticia que se cometió con este inocente y en parte para impugnar la pena de muerte y denunciar la manipulación policial y judicial y el despiadado sistema carcelario de Texas. John Grisham, activo demócrata, está en la dirección del «Innocence Project», una organización dedicada a la reforma penal y a la revisión mediante la prueba de ADN de los casos de inocentes ejecutados por asesinato. Como alegato abolicionista, «La confesión» tiene una sobrecarga ideológica que afecta la calidad literaria de la novela. Mientras la ideología se mantiene a raya, la novela avanza de forma magistral, la intriga atrapa y los personajes adquieren entidad novelesca, pero los largos excursos leguleyos sobre la inmoralidad del sistema que impera en los estados sureños, el odio racial y la utilización sensacionalista de la Prensa para la reelección de fiscales y gobernadores, favorables a la pena de muerte, lastran la novela con los excesos de una retórica grandilocuente. El Grisham prodigioso es el que queda tras expurgar la ganga.

Sobre el autor
Renovador de la ficción de intriga judicial, sus apasionantes «thriller» se venden por millones
Ideal para...
los admiradores de las novelas policíacas de salvamento en el último minuto
Un defecto
La esquematización de los personajes que están a favor de la pena de muerte
Una virtud
Su forma prodigiosa de manejar la intriga
Puntuación 7