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Desmontando a Horacio Quiroga

Su correspondencia y «Diario de viaje a París» salen a la luz en español

Desmontando a Horacio Quiroga
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La palabra «tragedia» adquiere un nuevo significado si hablamos de Horacio Quiroga. Convivió con el suicidio y la enfermedad durante toda su vida. De hecho, él mismo se mató al enterarse de que sufría cáncer. Pero no por ello se convirtió en un poeta incomprendido o un narrador existencialista. En su narrativa, célebre por sus cuentos, «investigar el choque entre la civilización y la barbarie fue el centro de su narrativa», explica Erika Martínez, responsable de «Quiroga íntimo»(Páginas de Espuma), una edición anotada del «Diario de viaje a París» del narrador y de las 350 cartas que se conservan.El Poe latinoMartínez defiende la relevancia de Quiroga en el desarrollo de la literatura: «Modernizó la narrativa breve en español, fue nuestro Edgar Allan Poe», y lamenta el escaso reconocimiento que pudo disfrutar el cuentista en vida: «A partir del 27 le dieron la espalda, no supieron valorar su aportación, Borges incluido, que aprovechó los inicios de la literatura fantástica que había en los cuentos de Quiroga».

Pero antes de adentrarse en la selva, en el sentido literal y en el figurado, Quiroga viajó a París desde Uruguay para vivir la bohemia, pero pronto le defraudó. «Procedía de una familia de clase media y Quiroga no soportó las incomodidades en las que los artistas de la época vivían», explica Martínez. En todo caso, la editora asegura que «al leer la correspondencia se hunden mucho mitos. No fue un romántico, no se abandonó, sino que huyó a la selva para construir desde cero. Se suicidó para controlar su destino. Era un hombre extravagante, pero la imagen que proyectaba era más exagerada que su verdadera personalidad: hacía autoficción».

No fue hasta el final de su vida cuando, a través de la correspondencia con algunos amigos, habló del suicidio de su mujer, «pero muy superficialmente. Estos sucesos van dejando huella en su narrativa como las de un crimen», asegura Martínez.