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Una apuesta acertada por José Santos

La Razón
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Hay veces que salen las cosas de cara. A pesar de que Ferrari está lejos de donde pensaban con su coche revolucionario. Les está costando entrar en la Q3, pero ayer se llevaron una grata sorpresa. En seco, la aerodinámica lo condiciona casi todo. En mojado también cuentan mucho la confianza del piloto, las manos y saber cuándo y cuánto atacar.
En condiciones cambiantes como las de ayer todo se amplifica mucho más. Alonso se portó como el campeón que es y también hay que reconocer que el equipo hizo un trabajo excepcional. Eligieron la estrategia correcta, no cometieron errores en los cambios de ruedas y les acompañó la suerte. Quizá también apostaron por la posible y habitual lluvia a la hora de hacer la configuración definitiva del coche, ya que con las normas de parque cerrado no se puede cambiar desde que éste sale a los entrenamientos oficiales hasta que empieza la carrera. Esto podría explicar la posición de Alonso en parrilla. En cambios de condiciones climáticas tan extremas suele ser habitual que los dos coches del mismo equipo entren a cambiar ruedas a la vez, porque la ventaja compensa la pequeña espera del segundo. En este caso, como Massa estaba muy separado, no sacrificaron nada.