Unas 600 personas duermen cada noche en las calles de Barcelona

Según el Consistorio, la crisis ha provocado un aumento del 70 por ciento de personas que acuden a los servicios sociales a pedir ayudas vinculadas a la vivienda. Sin embargo, «la cifra de personas en exclusión social intensa se ha mantenido», explicó la directora del programa de personas vulnerables del Ayuntamiento, Carme Fortea.

«Las personas sin techo son autónomas a los ciclos económicos porque sufren, además de problemas monetarios, otras situaciones, como la desestructuración familiar o personal y las adicciones», afirmó Fortea. De hecho, el equipo de salud mental de la Fundación Arrels, entidad que ayuda a los sin hogar, atiende al 12,5 por ciento de los indigentes por problemas psíquicos.

Por ello, para evitar que una situación de emergencia se convierta en exclusión, el Ayuntamiento dispone de mecanismos de prevención en casos de desahucio y pobreza relativa que pertenecen a la Xarxa d'Atenció de les Persones Sense Sostre (XAPSS). Además el Ayuntamiento ha puesto en marcha un catálogo «online» de recursos, servicios y asociaciones que atienden a personas sin hogar y las vías de acceso a ellos .

«Cada año hay cientos de personas que se vinculan a alguno de los itinerarios que ofrece la XAPSS para salir de la exclusión social y logran reintegrarse», aseguró Gomà. El Consistorio destina al programa casi 20 millones de euros al año. «Este presupuesto no se ha visto afectado por la crisis ni se verá afectado», añadió.

Según el último informe de Cáritas, la mayoría de los sin techo son hombres, españoles o extranjeros, solteros y con estudios. Con el inicio de la oleada de frío, las ciudades ponen en marcha los protocolos de actuación para alojar a los indigentes. Un ejemplo de ello, es la «Operación Iglú» que ayer puso enmarcha Tarragona.