Otro año de Zapatero

Parece que el acuerdo con el PNV sobre el traspaso de las competencias sociolaborales está hecho. Se salvaría la Caja Única de la Seguridad Social, aunque aceptando incluir las restantes políticas de empleo dentro del concierto económico, privilegio que no tenían ni los navarros, y que sienta precedente cara a futuras reivindicaciones no sólo de la Comunidad Foral, sino incluso de Cataluña. Era una vieja aspiración del PNV a la que siempre se negó Aznar, probablemente por entender que al Estado no le caben más agujeros, y que la inclusión de tales materias dentro del concierto equivale a una pérdida de su control en la práctica.
También los diferentes gobiernos socialistas lo rechazaron, si bien ahora ZP se ve en la necesidad de aceptarlo, pues de otra manera no sacará los presupuestos. No parece que la medida sea de la misma gravedad que una eventual ruptura de la Caja Única, pero si que supone un paso más en el vaciado de competencias del Estado, con agravio evidente para navarros y catalanes, y la apertura de un nuevo horizonte de reivindicaciones autonómicas. Podríamos dar la cesión por buena si sirviera para resolver los actuales problemas de la economía española. La cuestión es que apenas será útil para prorrogar la agonía de Zapatero, eso sí, adelgazando la estructura del Estado hasta niveles preocupantes. Todo sea por disfrutar un año más de Zapatero.