Promesas entre grietas y humedades

SEVILLA- La crudeza de la crisis se hace visible en los rostros de los vecinos de Los Pajaritos. Adolescentes en bata con sus bebés en brazos, parados que pasan la mañana deambulando y ancianas amas de casa cargadas de bolsas para alimentar a la prole –hijos y nietos– que, sin recursos, vuelven a un hogar familiar de apenas 30 metros cuadrados. Las 524 familias del barrio saben muy bien lo que es, en pleno siglo XXI, dormir con el techo apuntalado y con grietas, convivir con las ratas campando a sus anchas y las apreturas cuando tan sólo entra en casa la pensión del abuelo. Todo ello aderezado con la lacra de las drogas y la marginalidad. Por ello, resulta cuanto menos sarcástico que una cohorte de políticos se pasee por las calles de este barrio eternamente castigado para prometer proyectos anunciados una y otra vez y que no llegan a materializarse.

Los nueve bloques presentan un estado ruinoso. Entre las sábanas tendidas aparecen paredes desconchadas y cornisas desprendidas. Pero lo peor está en el interior. Humedades, losas levantadas, hundimientos... Cuando estuvo en la oposición, el alcalde, Juan Ignacio Zoido, visitó la zona en varias ocasiones y prometió solucionar el problema de las viviendas municipales. A tres días del inicio de la campaña electoral, el regidor volvió a dejarse ver por el barrio junto a la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, para anunciar que los bloques se derribarán a partir de marzo de 2013 y se construirán unos nuevos.

Furgones policiales en cada esquina, operarios de Lipasam adecentando las calles, guardaespaldas... «Estamos encorbatados de ratas», grita una mujer a la procesión de políticos en una cuaresma con olor a urnas y papeletas.

Zoido se para con cada vecino. Escucha sus peticiones, ríe con sus bromas y se muestra preocupado con los dramas particulares. «Me siento avergonzado por las condiciones en las que han tenido que vivir estas personas durante este tiempo», proclama el regidor, quien recuerda que, en la campaña de las pasadas municipales, prometió que los bloques serían derribados si llegaba a la Alcaldía y que «una señora me dijo que iba a buscarme al Ayuntamiento si no lo cumplía».

Por ello, se empeñó en dar plazos y cifras para ganarse la confianza general. Las primeras 67 familias serán realojadas en un edificio puente, propiedad de Emvisesa, en la avenida de Andalucía. La demolición de los bloques se hará de dos en dos y los nuevos tendrán el doble de metros, triplicándose los espacios verdes. De esta manera, pasarán de cuatro a ocho plantas, con viviendas de 65 metros cuadrados –frente a los 30 de las actuales– y zonas verdes con una superficie total de 3.200 metros cuadrados. Todo ello con «mano de obra del propio barrio, tal y como está ocurriendo en Regiones Devastadas».

Los proyectos, según avanzó, serán encargados el próximo mes para «empezar el proceso cuanto antes». Por su parte, Mato destacó que Zoido «está cumpliendo sus compromisos electorales» y que el Gobierno central «trabaja para que los ciudadanos vivan en condiciones de dignidad». «Mantendremos las prestaciones sociales y crearemos empleo», subrayó.