Buenos Aires

Humala gira al centro para calmar al capital

Es pronto todavía para saber si se trata de un lobo con piel de cordero, pero por ahora parece que el flamante presidente peruano, Ollanta Humala, no será ese monstruo que asustó a la derecha y a la clase media del país andino. Ayer designó a ocho ministros que se suman a otros ocho que ya nombró, formando un Gabinete compuesto por liberales y tecnócratas.

El presidente electo de Perú, Ollanta Humala, lanza el balón durante una visita a la Selección de Futbol
El presidente electo de Perú, Ollanta Humala, lanza el balón durante una visita a la Selección de Futbollarazon

La anunciada presencia en el próximo Gobierno de abiertos liberales en cargos estratégicos tranquilizó a mercados y empresarios, pero generó nuevas dudas sobre los vaivenes de quien surgió como un izquierdista nacionalista radical hasta moderarse tanto que ha hecho imposible clasificarlo.
La facción liberal del Gobierno convivirá desde el jueves con izquierdistas, centristas y técnicos, dentro de un Consejo de Ministros presidido por Salomón Lerner Ghitis, acaudalado empresario que se define como «izquierdista democrático» y que ha tenido vínculos con varios Gobiernos peruanos de diverso signo.
«Un Gabinete que busca contentar a todos», definió el analista Augusto Álvarez Rodrich. «Las lógicas previsibles eran: un ancla ortodoxa en la economía, un reparto de carteras siguiendo las líneas de casi todos los grupos de influencia en la alianza y un acento en lo tecnocrático», dijo su colega Mirko Lauer. Al Humala original era imposible imaginarlo con un ministro de Economía como Luis Miguel Castilla, liberal ortodoxo que fue hasta la semana pasada viceministro de Hacienda del Gobierno centroderechista de Alan García, y de quien cuentan fuentes que era de los «fanáticos» para oponerse a cualquier gasto que le supiera a innecesario.
Versiones periodísticas aseguran incluso que Castilla le fue «impuesto» a Humala por la poderosa patronal, la Confederación de Instituciones Empresariales Privadas. Nadie ha confirmado ese rumor, pero es claro que los dueños del gran capital están felices con él. También lo están con la ratificación como presidente del Banco de Central de Julio Velarde, un socialcristiano que ha luchado contra la inflación y contra el desorden en el cambio monetario. A Velarde nadie podría imaginarlo en un gobierno claramente izquierdista.
Y en Comercio Exterior estará José Luis Silva, presidente varios años de la Asociación de Exportadores de Perú e impulsor de los tratados de libre comercio firmados con otros países, acuerdos que Humala consideraba hasta hace pocos lesivos.
Ollanta prometió en campaña que su Gobierno abrazaría el modelo de Lula y no el de Chávez. A juzgar por el nuevo gabinete, está cumpliendo con su palabra.