La guerra fría de los Dúrcal

«De eso no puedo hablar ni quiero, todo sigue igual». Con esta contundencia se muestra Carmen Morales cuando en cualquier pregunta se incluye la palabra «padre», sea para hacer referencia a la guerra por la herencia de Rocío Dúrcal o para confirmar su ausencia –ni siquiera está invitado– a la boda de su hermano Antonio, que se celebrará en las próximas semanas. Fecha indeterminada. Ya saben, alguna exclusiva habrá de por medio. «Se casa este mes. Está todo listo y preparado y lo estamos llevando con mucha ilusión. Él esta muy contento, feliz y algo nervioso», asegura la hija mayor de Rocío y Junior durante la inauguración de la primera tienda en Madrid de la firma Harmont&Blaine (Villanueva, 20). «La queremos tanto... Shaila está emocionada porque es su mejor amiga, aunque le da rabia perderse los preparativos». Eso sí, cruzará el charco para asistir a las segundas nupcias de su hermano, que repite tras un matrimonio fallido con Edurne González, con la que tuvo mellizos. Muestra de que la relación entre los hermanos no se ha minado por la pugna judicial es que Shaila se alojará en casa de Carmen.

Pero, ¿quién será la madrina? Sonríe y calla. «Echamos de menos a mamá siempre. Pero estará ahí, como siempre está en todo», comenta la actriz, a la que no le importaría interpretarla si la miniserie que proyecta Telecinco sigue adelante. «Me encantaría, aunque sería el trabajo más dificil de mi vida por razones emotivas. Tendría que olvidarme del personaje que ya conoces para interpretarlo de una forma neutra».

Sin amor a la vista
Lo de animarse a pasar por el altar, como sus hermanos, es otro cantar. «Descartar, nunca se descarta, pero no tengo candidato ni estoy enamorada... No es algo que me haga ilusión. Cuando tienes veintipocos años, sí, pero con 40 que voy a cumplir...», sentencia. Y es que Carmen ahora mismo está volcada en su hijo, «que está en plena adolescencia», y en la gira de la obra de teatro «El galán fantasma», de Calderón de la Barca, con la que viaja este fin de semana a Málaga. «A finales de diciembre desembarcaremos en Madrid», adelanta.

«Shaila no se plantea ser madre ahora»
 - Su hermana se casó hace más de dos años con el representante artístico Dorio Ferreira en Acapulco. Carmen no pudo asistir a la boda por «motivos de trabajo». Este hecho fue el punto de partida para que en el mundo del «cuore» se tomara aquel gesto como un enfado entre ambas. Nada más lejos de la realidad. Cada vez que la hermana mayor habla de «Shailita» se deshace en halagos hacia ella. «Está muy metida en el mundo de la canción y estoy muy orgullosa. Es a lo que se ha dedicado y se dedicará. Acaba de grabar su disco para Los Ángeles y, aunque le han propuesto cosas en televisión, las ha rechazado». ¿La ve con ganas de ser madre? «Tener un bebé implica poner el mundo en pausa para vivir ese momento tan especial y ahora mismo no puede». Tampoco cree que quiera volver a vivir en España. «No me extraña», dice.