Construcción
El nuevo Canal de Panamá viento en popa
El consorcio que lidera la constructora española puede ganar un bonus de hasta 50 millones por acabar anticipadamente.
Un total de 1.880 personas trabajan ya en la ampliación del Canal de Panamá, obra adjudicada en julio de 2009 al Grupo Unidos por el Canal (GUPC), liderado por la constructora española Sacyr. Las dos plantas industriales que serán instaladas en ambos extremos del canal empezarán a funcionar a principios de enero, dos meses antes del plazo inicialmente previsto. El contrato firmado por Sacyr y sus socios con la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) estipula un incentivo de 215.000 dólares por cada día de anticipación en la finalización de las obras, con un máximo de 50 millones de euros. El presidente de Sacyr, Luis del Rivero, almorzó el lunes con el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, acompañado por el secretario de Estado de Presidencia, Bernardino León, que se ha desplazado al país centroamericano para colocar a las empresas españolas en la mejor posición de cara a la adjudicación de las obras del Metro de Ciudad de Panamá y al programa de inversiones en infraestructuras para los próximos cinco años, presupuestado con 20.000 millones de dólares. El presupuesto de la ampliación del Canal de Panamá, que supone la construcción de dos nuevos juegos de esclusas en el Atlántico y el Pacífico, alcanza los 3.221 millones de euros, de los que las compuertas –400 millones– son el componente más caro. El consejero delegado de GUPC, Antonio Zafaroni, confirmó que en los próximos meses se abrirá el concurso para su diseño y fabricación en el que han mostrado interés los principales astilleros de todo el mundo, incluidos los españoles. Las nuevas esclusas permitirán incrementar en cuatro el número de grandes barcos que transitan cada día por el canal, lo que se traducirá en un aumento de los ingresos diarios por el peaje de 1,6 millones de dólares, equivalentes a 584 millones de dólares –482 millones de euros– más al año.
Ofensiva del GobiernoLas obras del Canal son «el mejor aval internacional» para una compañía. Así lo ha entendido el Gobierno español, que ha enviado a Bernardino León a Panamá para mantener una reunión con el presidente de la república, Ricardo Martinelli. Panamá ha diseñado un ambicioso programa de mejora de sus infraestructuras en el que piensa invertir alrededor de 20.000 millones de dólares en los próximos cinco años.El Gobierno pretende que el escaparate internacional que supone la ampliación de una obra tan representativa para el comercio mundial como es el Canal de Panamá se traduzca en nuevas adjudicaciones para las empresas españolas. Y de eso habló con Martinelli en la comida del lunes. De eso y de las posibilidades de cooperación en materia de seguridad de fronteras.
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