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El vertido causa la primera baja en el Gobierno de Obama

El vertido del Golfo de México no sólo está siendo un desastre ecológico y económico: empieza a tener costes políticos. El director de programas de prospección de petróleo y gas del Departamento del Interior de EE UU, Chris Oynes, renunció hoy a su cargo, en lo que representa la primera baja en el Gobierno del presidente Barack Obama por este tema.

La renuncia fue comunicada por el propio Oynes en un mensaje electrónico dirigido a todos los empleados del Programa de Administración de Proyectos Minerales y de Energía Marinos. La dimisión se produce en medio de una investigación que el Congreso de EE UU lleva a cabo sobre el derrame de petróleo causado por la explosión de una plataforma de British Petroleum en el Golfo de México el pasado 20 de abril. El derrame amenaza los hábitat marino y terrestre así como las industrias pesqueras y turísticas de los estados de Luisiana, Alabama, Mississippi y Luisiana.La oficina de Oynes se encarga de los análisis ambientales y de las salvaguardas operativas de los proyectos de exploración petrolera y, según sus críticos, se mostraba demasiado negligente en la concesión de licencias. Uno de ellos, el republicano Darrell Iss, miembro del Comité de Supervisión y Reforma del Gobierno en la Cámara de Representantes, dijo en una declaración que la renuncia de Oynes es un "buen comienzo".Durante más de una década su oficina se ha caracterizado por la corrupción y la mala administración, agregó. "Esto no fue obra de una sola persona sino la culminación de una fractura burocrática. La renuncia de una persona es un buen comienzo", pero esa oficina necesita una reforma integral y exhaustiva, añadió.Una comisión independiente investigará el derrameEn lo que parece ser una medida para evitar males mayores, el presidente Obama creará una comisión independiente mediante una orden ejecutiva para investigar el derrame, adelantaron hoy fuentes gubernamentales.El trabajo de la comisión será similar al que otras realizaron para investigar la explosión del transbordador "Challenger"el 28 de enero de 1986 y el accidente nuclear de la planta "Three Mile Island", en Pensilvania, en 1979, dijo la fuente al diario Washington Post, que recoge la noticia en su edición digital.De acuerdo con la cadena ABC, la comisión tendrá en cuenta las investigaciones que ya se han iniciado sobre las causas del derrame y analizará varios asuntos como las prácticas de la industria, la seguridad en las plataformas petrolíferas, las normas reguladoras federales, estatales y locales, la supervisión del Gobierno, lo que incluye la estructura y el funcionamiento del Servicio de Gestión de Minerales (MMS), y revisará las normas medioambientales. No podrán participar en la comisión funcionarios actuales.Varios legisladores, entre ellos el representante demócrata por California Lois Capps y el senador demócrata de Rhode Island, han presionado al Gobierno para que cree una comisión para investigar el hundimiento el 20 de abril de la plataforma operada por British Petroleum y el derrame que se originó a raíz de la explosión.El pasado viernes, Obama prometió poner fin a la "cómoda relación"existente hasta ahora entre las empresas petroleras y los organismos oficiales encargados de supervisarlas. El mandatario estadounidense claramente enojado, advirtió de que la situación puede convertirse en "catastrófica"y se declaró "airado y frustrado" por el comportamiento de las compañías petroleras.