Laporta a la desesperada

Entonces propuso que las formaciones independentistas concurrieran de manera conjunta en los comicios del próximo mayo, ya que para tener representación en un ayuntamiento se precisa un mínimo del 5 por ciento de los votos, frente al 3 por ciento necesario para lograr escaño en el Parlamento catalán.

Así, ante el miedo a quedarse sin representación en ayuntamientos como el de Barcelona, el partido de Joan Laporta, Solidaritat Catalana per la Independència (SCI), ha recogido el guante y se ha mostrado abierto a negociar. Según indicó a Efe el diputado de Solidaritat Uriel Bertran, la constatación de que si las fuerzas independentistas van unidas pueden conseguir unos mejores resultados globales «pesa mucho» a la hora de abrir negociaciones con ERC y las Candidatures d'Unitat Popular (CUP). Eso sí, Solidaritat descarta concurrir bajo el «paraguas» de Esquerra, es decir, todos juntos con las siglas de esta última formación por ser la mayoritaria. En este sentido, Solidaritat y CUP se sentirían más cómodas en una coalición o una plataforma de carácter transversal del independentismo, que incluso estaría abierta a la participación de CiU.

Encuentros bilaterales
Ya han empezado las conversaciones bilaterales entre Solidaritat y la CUP, y también entre esta última y ERC, aunque aún es pronto para saber cómo pueden culminar. Entre las cuestiones a consensuar figura algo tan importante como quién sería el cabeza de lista, y si bien hace unos meses Laporta había mostrado su predisposición a optar a la Alcaldía de Barcelona, ahora mismo su criterio puede haber variado tras ser elegido diputado en el Parlament, según han indicado fuentes próximas al ex presidente del Barça. En cualquier caso, ambos cargos no son incompatibles.

Bertran precisó ayer que lo primero que hará Solidaritat es decidir en qué municipios se presenta y si va sola o acompañada de otras formaciones. Entre los factores que pueden favorecer una gran coalición independentista en la ciudad de Barcelona está el hecho de que no existen diferencias estratégicas importantes entre los partidos en el ámbito municipal, algo que sí ocurre en la política catalana.