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Asturias

«Los perros son casi humanos»

El veterano perro de Paloma Adrados, consejera de Empleo, Mujer e Inmigración de la Comunidad de Madrid, se llama Mayo. Es un Golden Retriever de mirada tierna y ojos tristones. 

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Paloma Adrados, consejera de Empleo, Mujer e Inmigración de la Comunidad de Madrid, es una gran amante de los animales, y en esta época de pre-campaña electoral se escapa con su perro siempre que puede a disfrutar de alguna zona verde del municipio donde reside desde hace treinta décadas.

-Mayo, su perro Golden Retriever, ha cumplido ya 16 años, ¿en qué estado de salud se mantiene en la actualidad?
-Está muy viejecito, pero es uno de lo perros más cuidados que te puedas imaginar. Lo que más le gusta a Mayo, ahora que ya correr le resulta complicado, es estar con sus dueños. Tiene una mirada tierna y los típicos ojos tristes de su raza. Sin embargo, sigue siendo juguetón como cuando era un cachorro.

-¿Qué recomendaciones le daría a alguien que esté criando un perro como el suyo?
-Sobre todo, mucho cariño. Hay que dedicarle tiempo y prestarle mucha atención. No es cómodo, eso sí. Pero hay que sacarle a pasear todas las veces que haga falta.

-¿Trata usted a su perro como humano o como perro?
-Entre medias. Lo cierto es que comparte nuestra vida. Si no se la dejamos compartir, llora. Pero es muy educado, no molestaba ni de cachorro. Mi marido le educó de manera espectacular.

-¿Las personas con mascotas son mejores personas?
-Puede ser. Lo que está claro es que tienen una oportunidad de manifestar cariño a unos seres, los perros, que a veces son casi humanos. Es un paso más adelante en el desarrollo personal de un ser humano.

-Para unas vacaciones con su familia, incluido Mayo: ¿playa o montaña?
-Nos vamos a Asturias, que cuenta con ambos paisajes. Por supuesto con Mayo, que en cuanto ve una maleta ya se monta en el coche.

-¿Cuál es su lugar favorito para pasear con Mayo?

-En Pozuelo, que es donde vivo desde hace 32 años, hay gran cantidad de espacios verdes. En su día le sacaba por la Casa de Campo, cuando necesitaba correr y correr. Ahora vamos al cerro de los Perdigones, que tiene una zona reservada para perros.