Marruecos

El ladrillo pierde el 70 por ciento de mano de obra

Es bien sabido que el sector inmobiliario y de la construcción ha sido el principal damnificado, con diferencia, por la crisis económica. Pero las consecuencias en los subsectores dependientes de la vivienda no han sido menos terribles.

La construcción de viviendas ha caído un 94 por ciento en cinco años
La construcción de viviendas ha caído un 94 por ciento en cinco añoslarazon

El gremio de ladrillos y cerámica ha perdido el 70 por ciento de su mano de obra desde que hace tres años empezara la crisis. La actividad de este sector ha caído en este periodo un 92 por ciento.

Así lo explicó el gerente de ese gremio, Vicente Bayarri, quien aseguró que durante el año pasado las fábricas ladrilleras trabajaron únicamente durante unos 40 días al año. Hay que pensar que la capacidad de producción de este sector estaba en 2006 en 110.000 viviendas anuales en la Comunitat, una cifra que en la actualidad se ha reducido a 5.000.

La exportación no es una buena salida para el ladrillo, explica Bayarri, ya que al ser un producto con poco valor añadido, cuesta más el traslado de la mercancía que lo que se obtiene de la misma. Por ello, solamente algunas empresas exportan «pequeñas cantidades» a Marruecos, país al que, dada su proximidad, sí es rentable exportar.

En el caso de la cerámica, la opción de vender a otros países sí está dando buenos resultados, aunque hay que decir que las empresas ladrilleras constituyen la mayoría.

Plan para el ladrillo

Esta situación ha hecho que los representantes del sector reclamen para el mismo «medidas especiales al igual que han hecho con otros como el automóvil o el mueble. Queremos tener el mismo tratamiento que otros sectores, ya que, cuando la situación ha sido favorable, hemos contribuido como el que más a generar empleo y riqueza».

Así se lo manifestó Bayarri al vicepresidente primero del Consell y conseller de Industria, Vicente Rambla, durante un encuentro en el que el gremio aprovechó para presentar al responsable de este Departamento el Plan Estratégico elaborado por el sector.

El documento cuenta con siete líneas específicas de trabajo dirigidas todas ellas a mejorar la productividad, eficiencia e innovación del sector, así como lograr una posición competitividad en el mercado y crear unas bases sólidas que garanticen el futuro crecimiento sostenible para salir de la actual situación de crisis.

Una de las líneas del plan consiste en el desarrollo de nuevos materiales que ofrezcan una mayor rentabilidad, siempre sin perder calidad en el producto, algo que se encomendará al Instituto Tecnológico de la Cerámica. Otra medida consiste en el acceso desarrollo de la información corporativa para poder acceder a mercados exteriores con mayor facilidad, con herramientas como, por ejemplo, la traducción de la página web a diferentes lenguas.

Todo este paquete de disposiciones ha sido presentado ante el Instituto de la Pequeña y Mediana Empresa Valenciana (Impiva), organismo que gestiona las ayudas que se otorgan para los Planes de Competitividad de los diferentes sectores.