Una ayuda para Tierra Santa

Lo especial de esta celebración fue que es la primera vez que un sacerdote canta él mismo una misa flamenca y se graba para la comercialización y obtención de beneficios para financiar proyectos de ayuda en Tierra Santa. «Es raro ver a un cura que cante flamenco», comentó uno de los miembros de la Orden.
«La idea nace de la necesidad de ayudar a las gentes de los santos lugares y de los territorios palestinos, que están tan dañados, y pensamos que en lugar de mandar el dinero, era mejor hacer un video», dijo el pastor Rizo. El padre contó con el apoyo del guitarrista flamenco, José Manuel Montoya, y el «cantaor» Narciso Bejerano. En la misa intervinieron más de 50 músicos que componían una orquesta de cámara con un numeroso coro clásico, bajo la dirección de Víctor Gutiérrez.

«También es necesario conservar el tesoro de los pueblos, que es el folklore, y ayudar a esa gente que se está expresando a través de la religión», añadió. Entre risas, confesó que fue su padre quien le introdujo en el flamenco y que con él cantaba. Desde entonces, decidió combinar sus misas con flamenco. Han sido cuatro meses de preparativos y se confiesa cansado pero muy ilusionado. Se mostró optimista respecto a la comercialización del video y confiado en el éxito de la iniciativa. Además, espera que su difusión sea lo más extensa posible para poder así contribuir a la financiación de los distintos proyectos que tiene la Orden en todo Jerusalén, tanto en la parte árabe como en la judía. La Orden tiene presencia en más de 31 países a través de Lugartenencias, entre las que España cuenta con dos, la de Castila y León, y la de Aragón.