Larrañaga y Gil protagonizan una comedia sobre corrupción en «Fuga»

MURCIA- Amparo Larrañaga, José Luis Gil y Kira Miró, entre otros actores, llevan hoy a el Auditorio y Palacio de Congresos El Batel, «Fuga» de Jordi Galcerán y dirigida por Tamzin Townsend. Una comedia que provocará una buena ración de risas a los más de mil espectadores que ya han comprado su entrada para la ver la obra. La función será a las ocho de la tarde.

En «Fuga» un ministro dimite al verse envuelto en un escándalo de corrupción descubierto por un periodista, por el que su mujer le abandona. Conoce a una vendedora ambulante, una mujer alegre y dinámica, que sí que tiene una vida realmente dura y difícil, lo que le lleva a ver la vida con una cierta esperanza y a enamorarse de ella. Pero la vida de este hombre, no solo se cruzará con la de la vendedora, si no con la de toda su familia: un marido maltratador y aficionado a los prostíbulos, la prostituta que lo atiende, un padre paralítico... Y con ellos el ministro entrará en una espiral de situaciones cada vez más increíbles. La obra de Jordi Galcerán, también autor de «El método Gronholm», dirigida asimismo por Townsend, cuenta con la colaboración de la compañía teatral «Yllana».

Por otro lado, la actriz Verónica Forqué desembarcará en el Nuevo Teatro Circo de Cartagena con el montaje «Shirley Valentine», un gran clásico de la comedia universal del autor Willy Russel y adaptada por Nacho Artime. «Shirley Valentine» es, tal vez, el mayor éxito de la historia del teatro actual ya que, desde su estreno en 1986, esta comedia no se ha dejado de representar ni un solo día en algún lugar del mundo. La función será el 15 de marzo a las 21:30 horas.

«Shirley Valentine» va mucho mas allá del clásico monólogo sobre una mujer del mismo nombre que es, solo en apariencia, una mujer igual a millones de amas de casa que tienen vidas similares y paralelas en cualquier país del mundo solo que ella vive en un adosado en un típico barrio obrero londinense. De este modo y a través de un ingenioso recurso teatral, el público irá conociendo su mundo y su vida en una especie de confesiones que comparte en total complicidad con los espectadores y con la pared de su cocina, que es su mejor amiga dada la soledad de un matrimonio fracasado con Joe Smith, con quien se casó por amor aunque él se mostró finalmente «autoritario, machista, maniático y egoísta». Con dos hijos y en el camino de criarlos y soportar estoicamente las brusquedades de su marido, a Shirley se le va escapando el amor y la vida y a los cuarenta y tantos años quiere irse de casa pero no se arma del valor suficiente.

Sin embargo, el hecho de conocer a una nueva amiga que se acaba de divorciar y que la invita a pasar unas vacaciones en la famosa isla griega de Mykonos le hace replantearse su vida y finalmente, para evitar a su marido, decide marcharse y dejar una nota. Sus vacaciones en la isla griega cambian completamente sus puntos de vista sobre la vida, el amor, la convivencia y ella misma.