Agricultura

Ya sabemos que el próximo presidente del Gobierno será el popular Mariano Rajoy. También sabemos que, si cumple su palabra, recuperará el Ministerio de Agricultura. A partir de ahí todo son incógnitas, porque el próximo inquilino de La Moncloa no ha abierto todavía la boca y no parece que vaya a abrirla hasta que jure su cargo ante el Rey. No conocemos, por lo tanto, cuál será el nombre exacto del nuevo Ministerio; en Génova deben andar a vueltas con ello.
También se ignora otro punto muy importante: ¿cuál será la estructura de ese departamento y si continuarán en él las competencias en materia de Medio Ambiente o irán a parar a otro Ministerio? Por último, tampoco se sabe el nombre de la persona que ocupará el despacho situado frente a la Estación de Atocha en Madrid. Todo apunta a que Rajoy va a prestar una especial atención a todo lo relacionado con la UE para que España vuelva a contar en el ámbito comunitario, tal y como pasaba en los tiempos de Felipe González y de José María Aznar.
Si eso vale para toda su política, está especialmente claro en el ámbito de la política agraria, que se decide en Bruselas. De ahí que parezca lógico pensar que Rajoy y su equipo articulen una nueva estructura del Ministerio, en la que se tenga muy presente el nuevo marco de relaciones, tanto con los otros estados de la UE como con la Comisión Europea. Respecto a la persona elegida, con lo que nos espera en los dos próximos años, tendrá que ser alguien que conozca qué es la PAC y los pasillos de Bruselas. Casi ocho años de Zapaterismo han dejado el Ministerio hecho unos zorros.