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Conflictos laborales
Tras cinco meses de conflicto, AENA y los controladores aéreos alcanzaron ayer un «acuerdo de bases» que garantiza la «prestación del servicio y la paz laboral», en palabras del presidente de AENA, Juan Ignacio Lema.
El acuerdo deberá ahora ser ratificado por la asamblea de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), el principal sindicato del colectivo, que agrupa al 95% de los 2.400 profesionales de control aéreo que AENA tiene en plantilla, así como por los órganos de gobierno del gestor aeroportuario. Según las bases del acuerdo, los controladores descartan de esta forma convocar la huelga en un futuro próximo, según confirmó el presidente del sindicato, Camilo Cela, que confió en que la asamblea ratifique el acuerdo la próxima semana.
80 horas extraordinarias
Tras una más que intensa jornada de negociación durante el día de ayer, ambas partes llegaron a un consenso en torno a la jornada laboral y la retribución salarial, dos de los caballos de batalla de la negociación. El pacto prevé una jornada laboral máxima de 1.670 horas anuales, con cuatro categorías en función de la carga de trabajo de cada dependencia, con jornadas anuales de 1.200, 1.300, 1.400 y 1.500 horas. En el caso de las horas extraordinarias, éstas se mantienen en 80 al año como máximo y de carácter voluntario.
En las últimas semanas, el conflicto se había recrudecido y había virado hacia una posible convocatoria de huelga por parte de los controladores. Una vez que el pasado martes los controladores descartaron ir a la huelga durante el mes de agosto, sólo quedaba pendiente llegar a un acuerdo con AENA en torno a las nuevas condiciones laborales del colectivo, que había puesto sobre la mesa doce puntos básicos que reivindicaba como esenciales para no convocar el paro y cuyos principales escollos radicaban en la remuneración y la jornada laboral, a pesar de que estos temas no formaban parte de los puntos exigidos por los controladores inicialmente.
El acuerdo suscrito da respuesta a estos doce puntos y permite a AENA alcanzar sus objetivos de reducción de déficit y tope salarial, fijado en 480 millones de euros al año. En la mesa de negociación, integrada por seis representantes de AENA y diez de USCA, se han analizado durante las últimas semanas las exigencias de los controladores, habiendo sido la mayor parte de ellas aceptadas desde el primer momento.
Los controladores solicitaban una equiparación progresiva de la jornada a la media europea, que es de 1.350 horas anuales, hecho que no negaban desde AENA, si bien el gestor vinculaba esta reducción de jornada con una menor retribución salarial. Al final los controladores han aceptado una retribución media de 200.000 euros anuales hasta 2013 para una jornada de 1.670 horas, salario que se reducirá proporcionalmente en función de la jornada. Ambas partes señalaron que retomarán inmediatamente las negociaciones para alcanzar antes de final de año un acuerdo en torno a la firma del convenio colectivo.
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