Muerto por rebelarse contra Chávez

 «Brito era una bandera para todos nosotros». Félix Barbero, presidente de la Federación de Centros Españoles de Venezuela y expropiado como el agricultor fallecido ayer en el Hospital Militar de Caracas, habla en nombre de centenares de agricultores y ganaderos expoliados durante los últimos diez años en toda Venezuela. Barbero lamenta la muerte de Franklin Brito, el hombre que mantuvo durante años una desigual lucha contra las arbitrariedades del régimen chavista, y afirma, en conversación telefónica con LA RAZÓN, que «su muerte no hace más que confirmarnos en nuestra sensación de abandono. Nadie está haciendo absolutamente nada», afirma en relación a sus reclamaciones al Gobierno español para que exija compensaciones al Estado venezolano.

Franklin Brito, productor agrícola y profesor de Biología de 49 años de edad, mantuvo sucesivas huelgas de hambre en protesta contra el Gobierno venezolano desde 2005, poco después de que se le expropiase su explotación agropecuaria en el estado de Bolívar sin ningún motivo aparente. Llegó a cortarse un dedo, el meñique, y amenazó con cortarse uno cada semana por el «ensañamiento» del Gobierno contra él. Como en otros muchos caso, el régimen le da la vuelta a la tortilla. El vicepresidente venezolano, Elías Jaua, llegó a denunciar que se había «desatado una campaña, tanto nacional como internacional» sobre el caso, pero no explicó por qué el Instituto Nacional de Tierras (INTI) revocó los derechos de propiedad que había concedido al productor en 1999. Mientras, el oficialismo desató su propia campaña contra Brito, al que acusó de tener deudas con el Instituto.

Crueldad hasta el final

El de Brito no es un caso aislado. Centenares de propietarios han perdido sus haciendas a manos de las turbas que las invaden, las ocupan y las destrozan hasta dejarlas improductivas. Cualquier reclamación de sus antiguos propietarios cae, en el mejor de los casos, en saco roto. En el peor, a las amenazas de muerte les siguen acosos y agresiones a ellos y a sus familiares.

El diario caraqueño «El Nacional» informaba ayer de que, según la esposa de Brito, «los médicos le avisaron del deceso pero no le ofrecieron detalles sobre la muerte» de su marido. «Al parecer, al productor agropecuario –que permanecía en una especie de coma inducido desde el pasado 20 de agosto– le dio un infarto y aunque los galenos trataron de reanimarlo no tuvieron éxito», indica el diario.

El canal Globovisión publicó ayer un comunicado de la familia, a la que no se ha permitido tener acceso al cadáver, en el que se afirma que «todo esto no significa, sin embargo, que Franklin Brito ha muerto. Franklin vive en la lucha del pueblo venezolano por el derecho a la propiedad, el acceso a la justicia, por la vida en libertad y el respeto de los gobiernos a los derechos humanos, colectivos e individuales».

Desde julio de 2009, Franklin Brito había realizado sucesivas huelgas de hambre por la expropiación de una finca de 299 hectáreas que le fue concedida en 1999. Chávez se jactó semanas atrás de haber expropiado ya el 30% de las fincas del país.