Querido «Mou»

Excelentí­simo y fenomenal Sr. Mourinho: el mo- tivo de la presente es agradecerle a Vd su necesaria e imprescindible intervención en este tramo final del Mundial. Sin su luz, sin su guí­a, sin ese ejemplo de virtud que nos regala habitualmente, nada serí­a lo mismo y estarí­amos huérfanos de referencias. Afortunadamente, Vd no se permite descansar nunca y está a la que salta, para regocijo de todos aquellos que gustamos de echar la pata «pá alante» y meterla en una baldosa trampa o pisar un chicle. He leí­do atentamente su comunicado en defensa de Cristiano Ronaldo y he de decirle que la fórmula escogida es llamativa. Un comunicado. Como una casa real.Me gusta ese toque regio y aristocrático que ha escogido Vd para dirigirse al mundo, idéntico al que ha elegido su pupilo para contarnos que es mentira que cargara la culpa de la eliminación de Portugal sobre Queiroz. Coincidencias de la vida, Vd y su jugador comparten agente y procedimiento. También Pepe posee el mismo representante al que, por supuesto, se ha ofrecido Vd para defender contra viento y marea. Lo fabuloso en el caso que nos ocupa es que, para colmo, es Jorge Mendes el que lleva a Simão, que se ha ganado de su parte un pescozón por decir que su Inter era un equipo rácano y al que Vd ha reprochado fracasar como lateral. Exijo inmediatamente un comunicado de Simão respondiéndole, comunicado que debería colgarse para no faltar a las tradiciones en la página personal de Mendes, y otro más de Vd opinando sobre la tortilla de patata: con o sin cebolla. Sin otro particular e intuyendo los buenos momentos que están por llegar con su presencia entre nosotros, se despide, rendida, ésta que lo es.