España

Mesquida gana terreno a Soler

Jaime Lissavetzky ignora cuándo le desalojará el Gobierno del Consejo Superior de Deportes. «Nos iremos dentro de unos días», dijo ayer en su intervención en los «Desayunos de Europa Press». En cuanto a su sucesor, fue cauto: «El presidente (José Luis Rodríguez Zapatero) sabe mi opinión»

Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte
Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deportelarazon

Puede ser sucesor (Albert Soler, actual director general del CSD) o sucesora (Matilde García, directora general de Infraestructuras del CSD). Eran éstos los nombres que se barajaban y llevaba ventaja Soler, el candidato del secretario de Estado saliente y de Rubalcaba. Pero hay un tercero cuyo nombre suena cada día con más fuerza, impulsado precisamente por Rodríguez Zapatero. Se trata de Joan Mesquida, hoy secretario de Estado de Turismo y antes director general de Policía y de la Guardia Civil.

Lissavetzky dejará el CSD, muy a su pesar, después de siete años para embarcarse en una nueva aventura política: la Alcaldía de Madrid. Alberto Ruiz-Gallardón fue testigo presencial de lo que podría considerarse la antesala de la despedida. Ayer eran amigos y «en unos días» serán rivales. Ayer prevalecía el juego floral; pero sin ocultar lo que se viene encima: el 22 de mayo. «Mi campaña –dijo Lissavetzky– va a ser dura, intensa y de respeto al adversario». Como madridista, recurrió al símil futbolístico para cifrar su posibilidades: «¿Ganar a Gallardón sería como si el Madrid ganara al Barça? Nadie es imbatible. Salgo sin ningún complejo». Y defendió la lucha contra el dopaje en España. En referencia al fútbol, puso este ejemplo: «En 2010, en España hicimos 1.164 controles; en Francia, 557. Tengo la cabeza bien alta».

Preguntado sobre Marta Domínguez, fue parco en palabras: «No tengo nada que decir». Y sobre si creía en la inocencia de Alberto Contador, concretó: «Soy de ciencias». Y concluyó: «Nos envidian por nuestros resultados. Los éxitos nos sitúan en el candelero».