Es invierno

Estamos prácticamente en el ecuador del invierno, aunque en muchos lugares y hasta hace un par de días no lo haya parecido. En las últimas horas los organismos correspondientes y los medios de comunicación nos hemos liado la manta a la cabeza y avisamos de la llegada de una ola de frío procedente del polo o de Siberia, que va a provocar una importante bajada de las temperaturas. Y eso parece como si nos extrañase. Si estamos en invierno lo normal es que haga frío y no lo contrario. Es bueno que tomemos las medidas oportunas para evitar daños sobre las personas (resfriados, gripes, enfermedades pulmonares y caídas si nieva y hay hielo) los animales y sobre los bienes (rotura de tuberías, por ejemplo), pero sin volvernos locos. En las zonas donde hace frío habitualmente lo tienen claro y aplican el sentido común, ni más, ni menos. A buen seguro en las próximas horas se va a disparar la demanda de energía para combatir las bajas temperaturas. Es de esperar que el sistema responda. Por cierto, que el nuevo responsable de la cosa energética, el ministro Soria, ha presentado en el Congreso de los Diputados un esbozo de lo que podríamos denominar el plan energético del Gobierno. De su lectura se desprende que quiere lograr la cuadratura del círculo. Ojalá sea posible porque España necesita de una vez por todas un modelo energético fiable, que no se cambie cada dos por tres y, sobre todo, que no sea contradictorio y genere inseguridad. Basta recordar lo que ha pasado con las primas a las fotovoltaicas. España, muy dependiente del exterior en energía, debe contar con un plan, tanto si hace frío como si llega el calor. A ver si lo tenemos pronto.