Parque natural de Somiedo
Los hongos escondidos de Somiedo
El primer gran trabajo sobre biodiversidad fúngica en el parque natural asturiano ha recopiladocasi 1.500 especies micológicas. Un centenar de ellas nunca se habían detectado en la península Ibérica
Entre montañas y bosques caducifolios se levanta el Parque Natural de Somiedo, una de las reliquias de la Cordillera Cantábrica. En este espacio natural en el que conviven numerosos seres vivos –como el oso, el lobo, el urogallo, el jabalí, el ciervo o el rebeco, además de diez especies de anfibios y reptiles y un centenar de aves-– aún se desconocía la enorme diversidad fúngica que guarda a ras de suelo.
Esta semana se ha publicado un estudio pionero sobre el tema. En él que se han recogido casi 1.500 especies de hongos, tres de las cuales son nuevas en la lista europea. Juan Antonio Sánchez, geógrafo y uno de los autores del informe explica que: «Cien de los hongos estudiados son primera cita para la península Ibérica, por lo que es muy importante protegerlos». Los autores de la investigación esperan que las especies estudiadas sean cuidadas para mantenerlas durante mucho tiempo en este parque natural asturiano, y evitar así su desaparición o deterioro.
Estudio en profundidad
«Es la primera investigación en profundidad realizada en España sobre estos hongos, exactamente hemos estudiado 1.422 especies», informa Juan Antonio Sánchez. Para la búsqueda de los hongos hipogeos, situados bajo tierra, se contó con la ayuda de perros truferos guiados por profesionales del sector. Este trabajo minucioso incluye además un análisis a nivel microscópico de cada ejemplar encontrado.
El libro en el que se ha plasmado este detallado estudio, «Biodiversidad Fúngica del Parque Natural de Somiedo», relata también la historia de este espacio natural y se ilustra con numerosas fotografías de estas especies micológicas.
Tras 14 años de investigación, los autores del libro, con ayuda del Ayuntamiento de Somiedo y en colaboración con el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino y la Fundación Biodiversidad, han conseguido publicar este trabajo sobre la diversidad fúngica en este espacio natural asturiano.
Belarmino Fernández, alcalde del municipio de Somiedo, se siente orgulloso del nuevo estudio, explicando que «todo lo que sean proyectos de investigación que contribuyan a un mejor conocimiento de la zona es bien acogido por el Ayuntamiento».
Estas nuevas especies conviven en el espacio natural con otros seres vivos. Sánchez explica cómo muchos de estos hongos tienen la función de dar de comer a numerosos animales, un claro ejemplo sería la Trufa de Ciervo, catalogada en el género de Elaphomyces, según los autores, que es un alimento muy apetecible para estos mamíferos. «Sus instintos animales les hacen saber cuales son comestibles y cuales no» concluye el micólogo.
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