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Tras la pista de un «tercer hombre»

Tras la pista de un «tercer hombre»
Tras la pista de un «tercer hombre»larazon

PARÍS- Solo, pero no sin ayuda. Si la Policía dispone de la evidencia de que Mohamed Merah perpetró solo cada uno de los crímenes de Toulouse y Montauban, cada vez son más las sospechas sobre la necesaria colaboración externa para llevar a cabo su plan terrorista. Ayer los interrogantes se centraban en el envío de una carta con las grabaciones de los asesinatos a la sede parisiense del canal de televisión qatarí Al Yazira.

Los análisis de la carta revelan que fue sellada en una oficina de correos de un pueblo a las afueras de Toulouse, el 21 de marzo por la mañana, es decir, cuando Mohamed Merah llevaba ya varias horas sitiado por los agentes del Raid (la élite de la Policía francesa) en su domicilio. Cabe también la posibilidad de que el islamista pudiera depositar la carta en la noche del martes antes del inicio de la operación y fuera certificada por los servicios postales a la mañana siguiente. Sin embargo, un discreto dispositivo lo vigilaba ya desde el día anterior y los investigadores creen que la lejanía de la localidad desde donde se envió debilita dicha tesis. Tienen incluso la convicción de que no fue él. «Es muy difícil que haya sido Mohamed», aseguró ayer una fuente policial. Por eso barajan seriamente que el conocido como «asesino de la moto» contara con la asistencia de otra persona distinta de su hermano Abdelkader, imputado el pasado fin de semana entre otros cargos por «complicidad en asesinato» y que fue detenido junto a su novia la misma noche de la operación.

Además, se está tras la pista de un «tercer hombre» que creen pudo participar junto a Mohamed y Abdelkader en el robo del scooter utilizado por el yihadista en sus crímenes o acompañar a uno de los hermanos Merah al concesionario en el que pidieron detalles sobre cómo transformar la apariencia de la moto y desactivar la tarjeta de geo-localización antirrobo. Tras mantener el suspense durante toda la mañana, la cadena árabe decidió finalmente no difundir las imágenes que el asesino confeso tomó con una mini-cámara. A las razones deontológicas y éticas se sumaron, seguramente, la presión política y de la familia de las víctimas.

Horas antes, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, solicitó a cualquier cadena que pudiera disponer de ellas que no las emitiera «bajo ningún concepto». «Por respeto a las víctimas y por respeto a la Republica». Un llamamiento que el candidato socialista, François Hollande, inmerso en la campaña presidencial, secundó a su vez llegando a cuestionar la continuidad de la cadena Al Yazira en Francia si ésta acaba difundiendo las grabaciones. La mecha de la polémica seguía ayer encendida a cuenta del padre de Mohamed Merah, un ex traficante de cannabis, encarcelado en dos ocasiones en Francia antes de retirarse a Argelia a principios de los 2000, y que ha amenazado con denunciar al Estado francés por «matar» a su hijo. Declaraciones que sublevaron al gobernante galo. « Hay que recordarle a este hombre que su hijo filmó sus crímenes con la intención diabólica de enviar esas inmundas imágenes a una cadena de televisión», se indignó Sarkozy. La familia del asesino ha decidido inhumar el cuerpo de Mohamed Merah en Argelia para evitar, según su madre, que su tumba sea «constantemente saqueada» o se pueda convertir en un lugar de culto y peregrinación de otros extremistas.

 

El vídeo que Al Yazira no emitirá
Finalmente, Mohamed Merah no conseguirá su objetivo: sus terribles crímenes no verán la luz. La cadena qatarí Al Yazira decidió no emitir el macabro vídeo de los atentados. El montaje, de unos veinte minutos, muestra la secuencia cronológica del triple atentado mezclada con música, cantos religiosos y recitaciones de versos coránicos. La Policía francesa, que tuvo acceso al material durante la noche de lunes, autentificó la veracidad de las imágenes, contenidas en una memoria USB y que la cadena recibió ese día junto a una carta manuscrita por el propio Mohamed Merah en la que reivindicaba los atentados en nombre de Al Qaeda.