Tango sí aunque al revés

Huyen de la etiqueta de «world music» como de la peste. «Con todo el respeto del mundo que nos merecen las músicas étnicas, el tango es una música universal que dio la vuelta al mundo y que ha conseguido echar raíces en versiones finlandesas, brasileñas, europeas, turcas, egipcias y de otros países de América», dice Eduardo Makaroff, percusionista de Gotan Project, junto al Dj francés Philippe Cohen y el músico suizo Christophe Müller, afincados en París, donde son leyenda. El disco, que ya está a la venta en España, ha llegado al número cuatro en las listas galas.¿Así que no hay que ser argentino para cantar y componer un tango? «No, de ninguna manera», dice Makaroff con la música de su marcado acento. En el nuevo álbum, «Tango 3.0», transitan por las vías paralelas para llegar al tango sin dejar de mirar el paisaje de la cumbia, los ritmos africanos, el ska, el hip hop, y sobre todo la electrónica. «Componemos intuitivamente y luego intelectualizamos el discurso», matiza Makaroff. El nombre del grupo, que es tango dicho al revés, es también denominación de origen, «porque en Argentina hablamos mucho ‘‘al verre''. En un bar, puedes pedir un ‘‘sova'' de ‘‘novi''», dice Makaroff, que en el disco rinde admite a todo tipo de invitados: desde la voz de Cortázar recitando «Rayuela», o la del poeta Víctor Hugo Morales, y Héctor Piazzola, el primero que comenzó a innovar en el tango a base de nuevos ritmos.