Internet

Del mensaje sugerente a la pornografía explícita

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. larazon

Hasta hace bien poco, los anuncios de contactos se dedicaban a ofrecer mensajes sugerentes para captar a los clientes potenciales. Sin embargo, con el «boom» de internet todo ha cambiado.En los últimos años, los anuncios de contactos van acompañados de direcciones web donde se puede ampliar la información publicitada. En estas páginas se puede consultar un catálogo de prostitutas –que varían entre una decena y 150, según el sitio–, con reseñas sobre sus especialidades, sus gustos y preferencias, medidas corporales, color de pelo, edad y precio (de 30 a 200 euros), aunque en muy pocas informe de la nacionalidad de la mujer que ofrece el servicio. Todas las imágenes de las mujeres van acompañadas de fotos en posturas sugerentes y casi desnudas, pero con la cara tapada para que no sean reconocidas. Está claro que los que acceden a estas páginas están buscando sexo y que es una buena manera de saber realmente el servicio que se está contratando, pero este paso adelante ¿supone una apología de la prostitución? Entre las más de 40 webs ofertadas por los diarios (la mayoría se anuncia en «El Mundo», «El País» y «ABC»), algunas ofrecen enlaces a material pornográfico en el que las mujeres simulan ser adolescentes para captar a sus clientes. Si se «navega» en los sitios de contactos gays, se pueden conocer todas las características de los hombres que se prostituyen: edad, nacionalidad, altura, color de pelo y tamaño del miembro. Para que los posibles clientes no duden, una o varias de las imágenes muestran al joven con el miembro viril al descubierto. Los enlaces a páginas de sadomasoquismo son también muy explícitas y describen con fotografías las distintas maneras de recibir dolor por parte de una «ama». Las más cuidadas son las de masajes, que también incluyen servicios sexuales. Detrás de un diseño relajante, informa de los servicios ofertados que van desde el masaje natural, tailandés o el sexo tántrico. La mayoría de ellos, con un suplemento, permiten tener un «final feliz».