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Más que austeridad por José María Aznar Botella

La Razón
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A España le han bajado dos escalones la calificación de crédito. Una cosa más que agradecer al gobierno socialista que tan tristemente nos ha dejado. Algunos estarán tentados de echarle la culpa a las malvadas agencias de crédito, pero no han sido ellas las que han dejado un agujero de 80.000 millones de euros, 20 mil más de lo que nos anticiparon en el modélico traspaso de poderes.

No es de extrañar que ante la magnitud del engaño, el nuevo Gobierno se haya visto obligado a introducir un duro ajuste. Es discutible la composición del mismo, al fin y al cabo no creo que el problema de España sea que paguemos pocos impuestos, pero lo que es indiscutible es que este ajuste aunque necesario, ni nos saca de la crisis fiscal ni por supuesto de la recesión.
Como ya he escrito muchas veces, es imposible salir de la crisis fiscal vía ajuste, se sale creciendo, y para restaurar el potencial de crecimiento en estas circunstancias se precisan reformas profundas, radicales, en muchos ámbitos de la economía española.

Reformas radicales como la que se discute ahora para el sistema financiero, según la cual se rebajaría dramáticamente el valor de los activos tóxicos en los balances de bancos y cajas. Esta reforma, que tendrá una resistencia feroz por parte del sistema financiero, ya que seguramente supondría la eliminación de dividendos y una dilución importante del poder y del valor de las acciones para muchos, es exactamente el tipo de medida radical que se precisa en estos momentos para salir del circulo vicioso en el que nos encontramos.

Sería una reforma de alto riesgo, saltarían muchas cosas por los aires, pero sobre todo lo haría el statu quo, que nos tiene en esta muerte lenta y agónica. Para salir de ésta se requiere más que austeridad.