Ahora el empedrado

Al entrenador del Real Madrid no le gusta la programación televisiva. Le parece que está hecha para perjudicarle. José Mario no debe tener en cuenta que parte del generoso contrato del que goza se sostiene en la parte alícuota de los derechos televisivos. Es probable que en alguna ocasión la programación no le beneficie. Tampoco creo que guste a los clubes que tienen que disputar partidos en lunes, y sobre todo, si tienen en cuenta que el pastel televisivo lo disfrutan Madrid y Barça. Los demás solamente lo catan. Nunca se empalagan y eso que sin ellos el contrato de los dos citados se debe a que en la Liga participan otros dieciocho.

Mourinho lleva toda la temporada echando balones fuera. Lo pagan los entrenadores contrarios, los árbitros y ahora, el empedrado. El Madrid no está a siete puntos del Barça a causa de la programación televisiva. El retraso está en que no ha sido capaz de ganar en Valencia al Levante, en Mallorca, Almería y Riazor. Y, además, perdió en Pamplona y fue humillado en Barcelona.

La Liga, de acuerdo con la tradición, y lo que mandan los cánones, se gana o pierde en campos en los que un equipo como el madridista está obligado a vencer. Ha perdido once puntos en lugares de los que debió regresar con el ato lleno.

El problema del Real Madrid no está en las circunstancias sino en su esencia. Posee la mejor plantilla de su historia y por ahora, no se vislumbra Cibeles.

Posdata. El Barça ganó en Mallorca sin Puyol, Alves, Valdés y Xavi. Y sin Mourinho.