Nada más maravilloso que dar vida por Irene Villa

Los Premios de la Comunidad de Madrid por el Día Internacional de la Mujer fueron ayer siete galardones a la valentía, al compromiso, a la libertad, al esfuerzo, a la superación... Y todo por conseguir la igualdad. Ésa que no tendríamos que ganar, a veces con enormes esfuerzos, sino que ya debería ser un hecho. Ojalá no tuvieramos que tener un día de las mujeres, eso significaría que la igualdad es real. Pero queda tanto camino por recorrer... Sobre todo para las mujeres de esos países en los que su dignidad no cuenta. En los que son mutiladas genitalmente, vendidas, explotadas sexualmente... A ellas quiso la presidenta de la Comunidad de Madrid hacer un especial y sentido homenaje. Aquí, tenemos que seguir denunciando el maltrato, las desigualdades, las discriminaciones y los pasos en falso que nos desvían de ese necesario y certero camino, y equivocan a la sociedad. Como lo es convertir la dolorosa y traumática práctica del aborto en un derecho de la mujer. ¿Cómo puede alguien considerar positivamente algo de lo que muchas mujeres se arrepentirán durante toda su vida? Ese mensaje ha calado, tristemente, de forma profunda entre las más jóvenes, que lejos de ver los riesgos de las enfermedades venéreas, afirman sin titubear: si me quedo embarazada, ¡aborto y punto! ¡Qué terrible enseñanza para ellas y qué desgraciadas las han querido hacer! ¿Hay algo más maravilloso que dar vida?Aunque quizá una, en el momento más dulce y feliz de su vida, pierda objetividad.