Andalucía

El sector alimentario estratégico para la recuperación

El sector de la alimentación se reconoce como «desconocido». Y eso que, sólido, representa un 8% del PIB general y un 14% del PIB industrial. En España cuenta con un volumen de ventas netas de 80.000 millones de euros, con más de 30.000 empresas que ocupan a medio millón de trabajadores (es decir, un 17% del empleo industrial); y consume un 70% de las materias primas, según datos de la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB).

De izda. a dcha., A. Navarro, M. García de Quevedo, J. Jordana, F. Amedo, I. Larracoechea, M. A. Díaz Yubero, B. Beunier, S. Barreno, C. Lumbreras, R. García
De izda. a dcha., A. Navarro, M. García de Quevedo, J. Jordana, F. Amedo, I. Larracoechea, M. A. Díaz Yubero, B. Beunier, S. Barreno, C. Lumbreras, R. Garcíalarazon

Además, exporta por valor de 16.000 millones de euros. Por esto mismo, y con una balanza comercial en positivo, el sector de la alimentación y bebidas es clave en la recuperación económica y constituye «uno de los motores de crecimiento del país». Así lo aseguró Bernard Beunier, director general de Nestlé, en su participación en la Mesa de Análisis y Debate de LA RAZÓN, «La industria alimentaria como pilar estratégico de la economía española».

De este modo, los altos directivos de las principales marcas del gremio, que se dieron cita en este diario, coincidieron en tildar al sector alimentario de «competitivo», precisamente en tiempos en los que de España se critica la falta de competividad, pues si bien importamos un 12% de los productos alimenticios que consumimos, exportamos un 14% de lo que fabricamos, según desveló Ignacio Larracoechea, Presidente de Promarca.

Además, según el director general de Nestlé, «el capital humano español es de muy alto nivel», y en un contexto marcado por un porcentaje de paro desorbitado, que supera el 20%, Bernard Beunier asegura que la compañía sigue creando empleo y ha invertido en nuevas fábricas, además de las 13 con las que ya cuenta. Como ejemplo, puso la nueva fábrica de Gerona que, según advirtió, ya ha supuesto 200 nuevos puestos de trabajo desde 2009, y prevé la creación de otros 200, de cara al próximo año.

El director general de Coca-Cola en España, Fernando Amedo, también admitió el «desconocimiento» existente sobre la industria agroalimentaria española, así como sobre la compañía. «Me vais a decir que Coca-Cola no es desconocida, y la marca no lo es, pero lo que hay detrás sí puede serlo». Y es que, según reveló, Coca-Cola cuenta con siete embotelladores en nuestro país, 13 centros de producción, almacenes y centros logísticos en todas las ciudades del país, y emplea, de forma directa, a 6.000 personas. No obstante, subrayó el valor y la «fortaleza» del sector alimentario en nuestro país y lo atribuyó a la «innovación», la que según afirmó, «crea valor».

Valor y «marca»

En este punto coincidió con Bernard Beunier, que enarboló una idea: «Las marcas son los factores capaces de generar un círculo virtuoso para las empresas». Aunque, según el directivo de Nestlé, «en los últimos dos o tres años se haya producido una destrucción de valores, una guerra de precios que ha explicado bajadas de dos o tres puntos porcentuales entre 2009 y 2010», por lo que también abogó por la innovación como herramienta para la competitividad. Por ello, según manifestó, Nestlé no ha bajado los precios «y ha crecido un 3% en ventas en 2010».


Según Mauricio García de Quevedo, director general de Kellogg's, «interesa desarrollar nuevos productos, porque estamos para dar un valor final al consumidor». Asimismo, los ponentes coincidieron en la eficacia de una gestión que se base también en la comunicación de la marca, para lo que no hace falta ser una multinacional. Para Miguel Ángel Díaz Yubero, director general de Covap, «somos una marca excelente, sin ser globales; trabajamos por una economía de mercado sostenible e integramos a ganaderos de Extremadura, Andalucía y Castilla La Mancha». Así, apuntó que el sector primario necesita «innovación». Y la investigación, subrayó, «tiene que desarrollarse desde el sector primario».

También en esta dirección, el director general de Coca-Cola, destacó que «la innovación no es patrimonio de nadie, ni de los fabricantes ni de los distribuidores, sino de quien la sepa hacer, y en un contexto en el que se permita que se haga»; porque, según Fernando Amedo, es posible siempre y cuando «se proteja la competitividad y el libre mercado. Esto supone, además, «crear marca», señaló. Además, contempla que hay una relación directa «entre la creación de valor y la creación de empleo» y ésta es, afirmó, «la ecuación importante».

De este modo, a su juicio, los precios sólo son un factor «coyuntural» y fruto del libre mercado. Es decir, y en palabras del director general de Nestlé, Bernard Beunier, «lo importante es la defensa de la elección del consumidor». Y es que, en esta idea, convergieron todos los ponentes, así como en la necesidad de crear unas reglas del juego «claras» para todos. Para Ignacio Larracoechea, presidente de Promarca, «hay que establecer unas reglas y debe producirse una adecuación de la regulación, para que del mismo modo que las grandes marcas tienen un sin fin de limitaciones, las blancas, que las hay, y gigantescas, porque marcas son todas, cuenten con un regulador que no piense en fabricantes o distribuidores, sino en el consumidor». Para el dirigente de Coca-Cola, las reglas del juego son «claves» y, en este punto, defendió «el fomento de la competencia». Así señaló, «nuestro sector es el más democrático del mundo, 40 millones de españoles deciden libremente en función de la información que les dan las marcas y según sus gustos». La lectura del director general de Kellogg's, Mauricio García de Quevedo, es que la industria alimentaria va en «la buena dirección», aunque aseguró que es un sector del que no hay sólo que «ocuparse, sino preocuparse». Advirtió así del encarecimiento de las materias primas, por lo que urgió a que, ante esta situación, «España trabaje para ser más competitiva». En este sentido, el consejero de presidencia de FIAB, Jorge Jordana, advirtió de que «si el petróleo sube, también lo hace el maíz y, con el maíz, todo».

Mientras, la preocupación del directivo de Covap Díaz Yubero, se centró en «la seguridad alimentaria como concepto de abastecimiento». Alertó así de que, frente a las turbulencias internacionales, la UE pueda olvidar que «la dependencia en el sector alimentario sería una dificultad añadida». Elogió así el claro apoyo que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha mostrado al sector primario.


Las claves de la creación de empleo
La industria del sector alimentario tiene claro que las claves para el crecimiento económico, de sus empresas, pasan por la innovación, el lanzamiento de nuevos productos, la comunicación y la publicidad. Nestlé destinó en el pasado ejercicio un 45% más en publicidad. Estima que es la única manera de dar a conocer al consumidor qué es lo que ofrece y cuáles sons sus potencias.

Para Kellogg's, es necesario lanzar «nuevos productos». Mientras que Coca-Cola asegura que el éxito viene de la mano de una «innovación emocional», es decir, ser capaces de «entender a los consumidores», a la par que se da respuesta a sus necesidades. De este modo, PROMARCA alerta de que la «innovación es un bien que se debe preservar, y que, según la Comisión Europea, en España está a la baja». Para FIAB, innovación es sinónimo de «eficacia».