Un viaje por la historia artística

Obras de arte, cuadros de renombrados pintores, muebles clásicos, piezas art déco, alfombras, lámparas, porcelanas, vajillas, cristalerías, arte africano y asiático, alta joyería del XIX, así hasta un largo etcétera. Feriarte ofrece todo tipo de arte y antigüedades de manos de los mejores galeristas y anticuarios españoles y extranjeros.

Del 20 al 28 de noviembre, la Feria de Madrid será punto de encuentro para los amantes de la pintura y las artes plásticas de todos los tiempos. Una ocasión única para admirar y adquirir piezas de gran valor histórico y artístico. Este año, además, participan nuevos expositores, ampliando así la oferta en una época en la que el arte se mira como un valor más que fiable y seguro, tal y como indican los últimos informes de «The European Fine Art Foundation».

La pintura se mantiene como uno de los medios más populares entre compradores aficionados, coleccionistas e inversores. Feriarte acoge durante una semana todas las épocas y estilos pictóricos, desde las medievales y renacentistas de los grandes maestros europeos a los autores contemporáneos. Grabados, dibujos, acuarelas u óleos sobre tabla y lienzos como los de Barend van der Meer, o el Retablo Mayor de la parroquia de El Salvador de Avezames, titulada «Jesús entre los doctores», realizada por Juan de Borgoña II, entre 1545 y 1550 que conviven con el cubismo de Picasso, el surrealismo de Joan Miró o el informalismo de Antoni Tàpies y la exótica mirada del japonés Kitano Tsunetomi. Un viaje por el tiempo y el arte en cada paso.

De la pintura a la escultura, desde piezas románicas, relieves egipcios a artesanía étnica y tribal. Junto a los galeristas, los anticuarios ofrecerán un impresionante abanico de ofertas, tanto en mobiliario, en el que podremos encontrar cómodas Luis XVI, sillerías isabelinas, bargueños italianos del siglo XVII, y piezas art déco, como en alfombras persas. Belleza y tradición se funden en su proceso de fabricación, que se mantiene intacto desde hace siglos: continúan utilizando tintes naturales de procedencia vegetal, animal o mineral. La elaboración artesanal de cada una de ellas se ha convertido en un arte en sí mismo y por lo tanto, en un artículo de lujo.

Muchos de los visitantes que se acercan a este evento lo hacen en busca de joyas antiguas, a ser posible inéditas. Este año se pondrá a la venta una pulsera años treinta realizada en oro blanco, con 236 diamantes de 23 quilates y una esmeralda central de 15 quilates. Una verdadera obra de arte que costará más de 70 mil euros. Sólo constituye uno de los ejemplos habrá más joyas impresionantes como ésta, y otras más asequibles. Y para ellos, relojes de las manufacturas suizas más prestigiosas del mundo como Patek Philippe, Boucheron, Vacheron y Constantin.

En total, 140 participantes exhibirán para su venta directa, obras singulares y exclusivas que hacen que un paseo por Feriarte sea un viaje en el tiempo, un sueño inconexo que nos transporta de estilo en estilo, de siglo en siglo, de lo clásico a lo contemporáneo, de la pincelada al cincel y de la cristalería a la joya sublime tanto tiempo buscada. Una cita ecléctica para los amantes del arte que cuenta con años de experiencia y una fiabilidad y garantía cien por cien avalada por el Comité de Expertos, que examina y certifica cada pieza.

Impulso al joven coleccionismo
Aumenta, en los últimos años, la intención de hacer llegar el arte y las antigüedades a un público más amplio. Con ese objetivo, Feriarte vuelve a dedicar un espacio a la Galería del Joven Coleccionista, donde los amantes a las artes decorativas podrán adquirir obras de gran interés y belleza a un precio muy asequible, no superarán los 3.000 euros. De esta manera, la feria busca acercar el arte a todo tipo de público.