El personaje de la semana: Artur Mas

El «molt honorable» presidente de la Generalitat cultiva el aspecto atildado de un jefe de planta de El Corte Inglés (instituibles caballeros del comercio), pero entre la poesía francesa escoge a Baudelaire y a Verlaine, lo cual es elogiable aunque le exigiría alborotarse el esculpido del cabello. Igual que su afición por la Historia de España, denota una cierta bipolaridad ya que el mismo día que amenaza con un referéndum de autodeterminación exige a Madrid cinco mil millones de euros sin protocolo de devolución para pagar urgentemente a sus funcionarios y como adelanto de los cuarenta y cuatro mil millones de deuda impagable que han convertido al catalán en bono basura. En otro entendimiento de la solidaridad interregional, Cristóbal Montoro ya ha adelantado que firmará el «cheque catalán». Y eso que Mas es economista, no se sabe de qué escuela. No se ha radicalizado porque desde concejal de Barcelona ha sido independentista, sofrenado sólo por Jordi Pujol, que apenas le acompaña en esta última salida, tan española, de Don Quijote.