Móstoles
«Hoy es un día de fiesta»
Las sonrisas inundaron ayer el campamento de los Meño. Fue el primer día feliz de los últimos 21 años.
Madrid- La emoción se desbordó ayer por la tarde en la céntrica plaza de Jacinto Benavente. Eran las tres y cinco de la tarde cuando sonó el teléfono y la familia Meño conoció tras 15 días de nerviosismo y angustiosa espera la resolución de la sentencia que dictaminó el Tribunal Supremo y que ha ordenado que se celebre un nuevo juicio.
Juana, la madre de Antonio, no puede reprimir la alegría al ver que ha venido mucha gente, atiende educadamente a la prensa mientras otro de sus hijos, Juan Carlos, la retrata con una foto arrancándole una sonrisa. «He estado 21 años esperando esta noticia», aseveró la mujer, que expresó su satisfacción al tener ahora la oportunidad de defenderse y que le fue negada cuando se celebró por primera vez el juicio. Aunque ella asegura que no entiende de leyes y que no sabe realizar una valoración exacta del significado jurídico de la sentencia, sí es consciente del paso tan importante que ha supuesto la emisión de dicha resolución.
Tras una lucha que se ha prolongado demasiado en el tiempo, le cuesta dar crédito a lo sucedido. Pese a que está convencida de que «se ha ganado una batalla», reconoce que aún tendrán que esperar y ver qué es lo que les aconseja su abogado. No obstante la prudencia y la sencillez han sido la tónica general en la manera de actuar de esta familia a la hora de realizar valoraciones y en este caso no iba a ser menos. Ayer no dejaron de atender a gente que se acercaba al cuartel general de Jacinto Benavente y a todos les explicaban cómo la noticia les ha pillado un poco por sorpresa. «Siempre hemos tenido los pies en el suelo», durante este largo recorrido de lucha por alcanzar la justicia para su hijo. Pero hoy es un día de fiesta y se muestran «más optimistas que nunca».
Como aseguró el hermano de Antonio, Juan Carlos, ahora sus padres podrán disponer de mayor intimidad y comodidad para poder cuidar a su hermano y hacer vida normal en su casa de Móstoles hasta donde se trasladaran hoy o mañana después de un año y medio que «ha sido terrible» para toda la familia. Desde allí seguirán con su lucha pero con la tranquilidad de que han conseguido que el Tribunal Supremo les diese la razón.
A la espera de las noticias que les mantiene al corriente su abogado, Luis Bertelli, Juana nos repite que «hoy necesitan asimilar la noticia» y que «es el día más feliz para su familia desde hace mucho tiempo». La «madre coraje», que no deja de sonreir, no duda en afirmar que repetiría cada uno de los sacrificios de los últimos 21 años por que la Justicia reconozca el daño que se la causó a su hijo.
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