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Qué es un Almacén Temporal Centralizado

El futuro Almacén Temporal Centralizado (ATC) que se ubicará en la localidad conquense de Villar de Cañas será una instalación industrial diseñada para guardar en un único lugar el combustible gastado y los residuos radiactivos de alta actividad que se producen en España.

La mayoría de los países desarrollados han adoptado esta solución para gestionar los residuos radiactivos, según la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA), que considera esta opción más segura frente a la de tener siete silos, uno en cada una de las plantas atómicas del país. Se trata de una instalación en superficie para el almacenamiento en seco, por un periodo de sesenta años, del combustible gastado y los residuos vitrificados de alta actividad mediante el sistema de bóvedas y de naves de hormigón.


Los residuos permanecerán acondicionados, con las barreras de ingeniería oportunas.
Dentro del ATC no se produce energía ni reacciones nucleares y tampoco es contaminante, asegura ENRESA en su página web. Hasta ahora, estos materiales permanecían básicamente en las piscinas de las siete centrales nucleares españolas, pero todas ellas estarían saturadas en pocos años.


El Almacén Temporal Centralizado es una estructura que se asemeja a una nave industrial, de aproximadamente 283 metros de largo, 78 metros de ancho y 26 metros de alto. El espesor de los muros es de 1,5 metros y los conductos de aire de los edificios de almacenamiento alcanzan una altura de 45 metros respecto al nivel del suelo.


Consta de cinco espacios principales que reúnen en el mismo recinto el proceso integral para la gestión de los materiales. La tecnología empleada asegura el confinamiento mediante una ventilación por bóvedas y un aislamiento de hormigón.


Una característica básica del silo es la de su reversibilidad, es decir, el combustible gastado y los residuos radiactivos podrán ser recuperados para su tratamiento o transporte a otro lugar para su gestión. El combustible gastado y los residuos radiactivos que cobijará el emplazamiento estarán perfectamente inventariados. La ubicación gestionará 7.000 toneladas de combustible gastado de las nucleares españolas; residuos de actividades procedentes del reprocesado de combustible, y 1.900 metros cúbicos de residuos de desmantelamiento de instalaciones nucleares, que por sus características no pueden gestionarse en el almacén de El Cabril (de baja y media actividad).