Londres
Leyendas de la música y ahora del cine
A la avalancha de biografías y películas sobre rockeros se suma un festival de documentales. La seducción de sus vidas sigue intacta
De entre las bellas artes, hoy puede decirse que la música es la gran triunfadora. Es la disciplina que ha sabido encontrar, a través de los siglos, lenguajes de masas y, sin ninguna duda, mayor influencia social. La conclusión no es improvisada, la tomamos prestada en un burdo resumen a Tim Blanning, autor del ensayo «El triunfo de la música» (Acantilado). Y, expresada de otra manera, es también la opinión de Danny García, uno de los organizadores del Festival Transmissions, que estrena en Madrid algunos de los mejores documentales sobre música y sus intérpretes: «La música te apela al alma, es mágica. Te puede hacer llorar, saltar o que te rompas la cabeza. Es el arte invisible. Y a eso puedes añadirle que hay un tipo en el escenario al que se puede glorificar», dice buscando explicaciones a este auge.
Inédito en España
En esta primera edición, que se celebra en La Casa Encendida de Madrid, dos dioses paganos como platos fuertes: el estreno de «Marley», el biopic sobre el rey del reggae, que se estrena el viernes en España, y una jornada especial dedicada a The Clash, una de las bandas más influyentes de la historia. García es también director de uno de los documentales inéditos en España, precisamente dedicado a la banda británica. «The Rise and Fall of The Clash» surgió de un enfado adolescente: «Yo era un fan absoluto de ellos, cogía las casetes de mi hermano y aprendí con ellos lo que era el rock, el reggae, el rockabilly, el ska... eran increíbles. Hasta que en 1986 compré "Cut the Crap"y resultó ser una mierda de disco y encima aparecía una gente muy rara. Yo era un chico de Barcelona sin acceso a Prensa especializada y no comprendía nada de lo que había pasado. Poco después, el grupo se disolvió», cuenta, casi exigiendo todavía una explicación que justifique semejante colapso de un mito. Porque no todos los documentales de este certamen se han hecho para más gloria de los protagonistas. García se puso en contacto con uno de los guitarristas suplentes de Joe Strummer, que había publicado sus memorias. Fue tirando del hilo, hablando con protagonistas y secundarios de esos escasos dos años de la debacle de The Clash. «Es un tiempo sobre el que nadie ha querido investigar. Todo se silenció, desde la banda y la Prensa. Nadie quería abrir ese cajón». Lo que descubrió es que la banda no era lo que aparentaba (algo así como una comuna anarquista), sino lo contrario: «Una especie de organización fascista, piramidal». Y muchos más ingredientes: «Drogas, egos, celos. Desfilan por el documental el jefe de seguridad, el encargado de los medios... el manager accedió pero no quería hablar delante de la cámara. Es normal, durante 25 años se le ha señalado como el culpable».
García se enfrentó a la oposición de la actual manager de los intereses de la banda, y a las sospechas del propio Mick Jones: «Me dijeron que parase, que no iba a poder utilizar las canciones. Pero al final se convencieron de que yo sólo quería contar la historia. Mejor que ellos la contasen, porque mi opinión no aparece». Salen todos los que deben salir, y hay quienes lloran ante la cámara. El lenguaje es crudo, directo. Pero nadie le llamó para agradecérselo. «Bueno, Topper Headon (batería del grupo) me ha dicho que es el mejor que se ha hecho sobre The Clash, pero creo que no es verdad», concede.
Para García, entre Strummer y Marley, el otro protagonista del festival, hay nexos. «Eran artistas a los que les importaba la gente. No sólo sus seguidores, sino todo el mundo. Eran humanos y humildes. Joe Strummer, que era hijo de diplomático, quería ser corriente, sólo un golfo». También hay una conexión musical, que se establece por las oleadas de inmigrantes jamaicanos en el Londres de los 60. «Mick y Paul se criaron escuchando a los vecinos poniendo reggae». Marley y los jamaicanos tenían esa actitud rebelde y al mismo tiempo no miraban por encima del hombro a nadie. En el documental sobre su vida, se revelan detalles íntimos con testimonios nunca antes grabados: Bunny Marley y todo el clan familiar, Jimmy Cliff, The Wailers... para acercarse al que califican de «único icono de la cultura pop del Tercer Mundo».
Además de las proyecciones, las jornadas serán una ocasión única para ver de cerca a secundarios míticos como Don Letts, una leyenda viva del pop que fue dj del Roxy, el club de Londres que sólo duró 100 días y por el que pasaron todos los grandes de la época. «Y era amigo de Marley, de hecho, el que le conseguía la marihuana cuando estaba en Londres...», añade García.
Guitarras, bailarinas y arte digital
Además de los documentales sobre Marley y The Clash hay toda una programación llena de pequeñas joyas:
- «My first guitar» (2011, Nick Mead) es un largometraje en el que algunos de los mejores guitarristas del mundo como Flash, Peter Frampton, Arlo Guthrie o Steve Vai, hablan sobre su primera guitarra. Miércoles 27 de junio, 18:00 h.
- «Esperanza Spalding Radio Music Society» (2011, Pilar Sanz) se centra en una de las artistas revelación del jazz (arriba), y predilecta de Obama, entre otros, a partir de sus propios vídeos musicales. Jueves, 28. 18:00 h.
- «Press pause play» (2011, David Dworsky, Victor Köhler) aborda la revolución digital y sus consecuencias sobre la creación artística. ¿Significa la democratización mejor arte o más alienado? Moby, Robyn, Hot Chip, Sigur Ros, entre otros, dan sus respuestas. Viernes 29, a las 18:20 h.
- «Sonor» (2011, Levin Peter) es un cortometraje sobre un músico que conoce a una bailarina que nació sorda (izda., abajo). Su relación gira alrededor del descubrimiento de los sonidos del mundo. Un viaje, en blanco y negro, hacia lo que pasa desapercibido en nuestra vida diaria. Viernes 29, 20:00 horas.
- «Rude boy» (1980, David Mingay) es un clásico de obligado conocimiento para los que quieran saber algo de The Clash. El sábado 30 es un día dedicado a la banda británica que incluye una clase con el propio Mingay, y que se completa con otro filme imprescindible: «West Way to the World» (2000, Don Letts). Y para rematar, el estreno mundial de «The Rise and Fall of The Clash» (2011, Danny García).
El detalle
TYMON DOGG, EL TIPO QUE ENSEÑÓ A TOCAR A JOE STRUMMER
Entre los invitados del festival podrá verse a Tymon Dogg, «el tipo que enseñó a cantar y a tocar la guitarra a Joe Strummer y que rechazó una oferta de Paul McCartney para fichar por Apple». Un cantautor clásico británico que se caracterizó por su carácter huidizo y que actuará en acústico en La Tuerta en Madrid. A partir del martes 26, que es cuando comienza el certamen con el estreno de «Marley», habrá actuaciones musicales de Zombie Kids, Mucho Muchacho, Rimar… para ver la programación completa, en www.transmissionsfestival.com.
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