Portugal

Cuidado Mourinho

La Razón
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Lunes, 20: pobres
Es cierto que en las tres primeras jornadas de la Liga BBVA «han sido lesionados» Cristiano Ronaldo, Agüero y Messi. ¿Pero por qué tanto ruido de timbales críticos con los zurradores de los «euroforrados» y ni un solo de violín para defender a los parias de los equipos modestos? El hombre del hombre es hermano («La Internacional») y el futbolista del futbolista es hermano. Sugerencia: ¿por qué, cada lunes, no se ofrece a los medios una relación de los parias con botas que también sufren tantarantanes como los que hieren o lastiman a los intocables?

Martes, 21: percibir

Otra victoria aritmética del Real Madrid, otra derrota estética del Real Madrid. La ausencia de «estética» enmohína a su feligresía y a su cúpula. Conjugar todo a la vez, estética y resultado, no siempre es fácil. Se empiezan a percibir en Mourinho feas tendencias a la altivez y al menosprecio. El Real Club Deportivo Espanyol luce la nobleza de su historia; es un gran club. Mourinho lo ha menospreciado calificándolo de «adversario que no tiene nada que perder».

Eso es desdén. Escribí el otro día que Mourinho es tremendamente yoísta. Vuelve a serlo hoy al declarar que en Portugal hay diez millones de entrenadores y en España cuarenta, para acabar con la jaquetona coletilla de que «el Real Madrid sólo tiene un entrenador, que soy yo».

Súper yoista, soberbio puro y duro. Dispone de una plantilla más que excelsa, amén de carísima (como él mismo, que también es carísimo), pero sigue sin ensamblar las piezas de su vestuario de oro y fama universal. El Real Madrid, manufacturando fútbol –«fútbol Mou»– sigue siendo un producto feo, descosturado y lejos de la excelsitud. Cuidado, genio; cuidado, «ser especial». El Bernabéu es un liceo de sensibilidad y exigencia.

Miércoles, 22: demasiado

Lo bueno, si poco, dos veces bueno. Demasiado fútbol. César González Ruano, al que le gustaba el cine, escribió en su «Diario»: «Con lo que me gusta el cine, se llega a un momento en que gusta más no ir al cine». Sustitúyase cine por fútbol. He visto la doble sesión o la sobredosis de fútbol de hoy. El Barça, en efecto, es más que un club, pero sin Messi es menos club, es menos Barça y es menos Guardiola. El Atlético de Madrid, en cambio, con la «perla» De Gea, es más Atlético. De Gea me recuerda a Iríbar: alto, agigantado entre los palos. ¿Ya internacional, como escriben algunos, los impacientes? Alguien que lo sabe todo de porteros: «Nadie es buen conductor de coches hasta que no ha hecho como mínimo 100.000 kilómetros; ningún portero de fútbol es completo hasta que no ha encajado en su equipo la experiencia de 100 goles como poco».

Jueves, 23: ciclismo

En el fútbol no se dice que Cristiano ha fichado por el Real Madrid, sino que el Real Madrid ha fichado a Cristiano. En el ciclismo, en cambio, el que ficha es el corredor. Si se sale a la calle y se pregunta a la gente por el equipo de Alberto Contador, seguro que la mayoría pone cara de suspense y de suspenso. En el ciclismo, pues, es antes el individuo, el nombre del corredor, que el patronímico de la marca. Lo cual no quita para que celebremos con gozo que la Vuelta a España de este año haya renacido de sus «cenizas dopadoras». Y haya ofrecido «ciclismo en estado puro», como dice Javier Guillen, su joven y renovador director. Si la Vuelta del año que viene, ambición plausible de Javier Guillén, ofrece emociones como la etapa de la Bola del Mundo, y se podan del itinerario etapas tan llanas como kilométricamente soporíferas, que sí, y hay concentración de «ases», la Vuelta de 2011 volverá a seducir a los jóvenes (ahora bastante despegados del ciclismo) y a acaparar titulares tan gordos como los del fútbol en las primeras páginas de los periódicos. Hay que felicitar a la Fundación Ferrándiz y al diario «As» por la apertura del nuevo curso. Como siempre, atractivamente recoleto, escolar y pedagógico. Foro, en fin, en estado puro.